La bravura de Griselda Álvarez

Nací para vivir.
Para el Dispendio.
Para salvar la risa de la espina,
Para aumentar con llamas el incendio.
Griselda Álvarez.

La primera mujer electa gobernadora de un estado en la historia de México fue la también poetisa, maestra y escritora, Griselda Álvarez Ponce de León, que en alguna ocasión a mediados del siglo pasado dijo: “No es posible que las mujeres, que son la mitad de la población, sufran discriminación, porque además son madres de la otra mitad”. ¡Qué vigencia!: setenta años después y el panorama para las damas sigue siendo el mismo.

“Nací a la brava por venir atravesada”, dijo Griselda Álvarez Ponce de León, quien nació en Guadalajara, en 1913, año que en la entidad se desataron las guerrillas contra el usurpador Victoriano Huerta; a unos cuantos meses la perla tapatía presenciaría la entrada triunfante de Álvaro Obregón y sus constitucionalistas. Cabe mencionar que pese a los desmanes revolucionarios, Jalisco siempre trató de evitar su estancamiento, sobre todo en materia de educación: para cuando la niña Griselda cumplió cinco años, Jalisco tenía novecientas escuelas, más que cualquier otro Estado de la República, y para finales de la década, Guadalajara gozaba de unas bien afianzadas escuelas de medicina, derecho, artes y oficio, comercial e industrial para señoritas, y también se creó la Escuela Dental de Jalisco, para preparar a jóvenes en la entonces novedosa profesión.

Griselda Alvarez Ponce de Leon
Fotografía: Ventaneando.net.

La niña Griselda provenía de una familia de fuerte bagaje histórico y político: por parte de la madre, doña Dolores, estaban los Ponce de León, cuya ascendencia llegaba hasta aquel conquistador y explorador, don Juan Ponce de León, a su vez noble, primer gobernador de Puerto Rico y quien mientras navegaba buscando la fuente de la eterna juventud descubrió lo que hoy conocemos como la Florida (que él mismo nombró), en 1513. Los Ponce de León, decía la maestra Álvarez Ponce de León, tenían la buena combinación de ser “ilusos y adinerados”.

Por el lado del padre, don Manuel Álvarez, le venía la sabia política. Fueron hacendados y juaristas de hueso colorado. El bisabuelo, general Manuel Álvarez Zamora, fue el primer gobernador de Colima, en 1857, aunque sólo duró treinta y siete días en el cargo, esto porque se encontró con el pistolete de los capitanes amotinados Mariano Vejár y José G. Rubio, quienes al grito de ¡Religión y Fueros! le dieron cita con la Parca. El padre de la poetisa, Miguel Álvarez García, “hombre de a caballo y decisión”, fue también político destacado, diputado local y a su vez gobernador de Colima, de 1919 a 1923.

Manuel Alvarez Zamora
El general Manuel Álvarez Zamora, primer gobernador de Colima (1800-1857) (Imagen: Periódico La Lealtad).

“Vengo de dos gentes muy recias y con carácter muy fuerte —contaba la maestra Griselda—, de manera que no tenía por qué salir yo suavecita”. Y así fue, por ejemplo, su madre, aunque de carácter bondadoso, era de armas tomar: cuando el papá, un tanto de ojo alegre, anduvo de romance con una comedianta regordeta, sin dudarlo cargó a la niña Griselda, hizo maletas, tomó un barco en Manzanillo y se fue a Los Ángeles, California, donde vivía el abuelo materno, dejando al marido “… nomás cuatro años”.

Tristemente la madre murió cuando Griselda tenía catorce años, tiempo de ilusiones y ensoñaciones para la joven. Más tarde, cuando también el padre falleció, Griselda decidió mudarse a la capital. Acá estudió, primero, en la Normal de Maestros, en1938; diez años después en la Escuela Normal de Especializaciones y a los ¡sesenta y tres años! en la Facultad de Filosofía y Letras, de la UNAM, licenciándose en Letras Españolas con su tesis La inmortalidad en las obras de Jorge Luis Borges, recibiendo mención honorífica.

Griselda Alvarez
Fotografías: Radio Turquesa.

Doña Griselda contaba que por azares del destino en su primer empleo firmaba la nómina como laboratorista. Pero pronto comenzó a tener una carrera meteórica en el sector público: de profesora orientadora en el Museo Pedagógico Nacional, en 1961, a subdirectora cinco años después y luego directora general de Acción Social Educativa de la SEP, bajo el mandato de Jaime Torres Bodet: “Nuestra misión era una, elevar el nivel moral, económico y cultural de las mujeres.”

En 1965 fue directora general de Trabajo Social de la SSA y directora general de Servicios de Beneficencia del IMSS. Ahí impulsó el teatro, el deporte y desarrolló programas de capacitación para mujeres inscritas en talleres de plomería, carpintería, electricidad y tapicería: “Había llegado el momento de cambiar la cacerola por el martillo”. También fue directora del Museo Nacional del Arte.

Griselda Alvarez
Griselda durante su gestión como gobernadora de Colima (Fotografía: Radio Turquesa).

Para ella la política debía ser una “herramienta para servir a enorme escala”. Su vida política comenzó en 1976 al ser nombrada senadora por parte de Colima, pero sería tres años después que sucedió un parteaguas histórico para la mujer mexicana, cuando Griselda Álvarez Ponce de León se convirtió en la primera mujer gobernadora en la historia de nuestro país y la primera en cumplir un sexenio completo. En su toma de posesión dijo: “Vivamos un tiempo nuevo de plena igualdad con los hombres; sin privilegios que no requerimos, pero sin desventajas que no merecemos”.

Para lograrlo, dijo, “toqué todas las puertas, hasta las presidenciales en tiempos de López Portillo, para lograr mi objetivo: la gubernatura de Colima. La soledad fue uno de los costos que tuve que pagar por tal ‘atrevimiento’.”

Griselda Alvarez Ponce de Leon
Griselda Álvarez y José López Portillo (Fotografía: Archivo El Universal).

Álvarez Ponce de León recordó que a los tres meses de asumir la gubernatura “conoció a una mujer embarazada, quien tenía un hematoma de grandes dimensiones en el vientre, producto de los golpes propinados por su pareja”. Tal situación dio origen en la entidad al Centro de Apoyo a la Mujer, que hoy lleva su nombre: “Este centro abrió brecha en el país para atender a las demasiadas mujeres agredidas que necesitan acompañamiento en el proceso de sanar el Síndrome de Estocolmo, ya que la sociedad mexicana está enferma de violencia” … y sigue estando.

La bravura de Griselda hizo que se cambiara el Código Penal de la entidad para que ninguna mujer en Colima diera luz en la cárcel o para que las mujeres mayores de setenta y cinco años, que cometieran algún delito, cumplieran su sentencia en arresto domiciliario: “En la Escuela Normal encontré una aberrante situación en contra de la mujer: prohibición de estudiar a casadas o madres solteras. Eso tenía que cambiar, y en los últimos años de mi gobierno entregué un título profesional a mujeres en estas condiciones”. También se crearon apoyos para que las mujeres embarazadas pudieran seguir estudiando: “Incluso cuando Cuauhtémoc Cárdenas cerró prostíbulos en Michoacán, las invitamos a Colima para que se convirtieran en policías”.

Griselda Alvarez
Fotografía: Prensa Escenario.

 “En la política como en otros ámbitos, a las mujeres nos cuesta el doble”, dijo doña Griselda. Las mujeres entienden el poder de manera distinta, que va de acuerdo con su contexto y propias aspiraciones: “El poder es tener capacidad para realizar acciones vinculadas a la transformación de condiciones ante las cuales existe un compromiso. (…) Las mujeres estamos listas para el poder. La sociedad mexicana tiene capacidad para discernir si quiere a un hombre o a una mujer en la Presidencia de la República, pero hace falta saber si los partidos políticos están preparados para lanzar la candidatura de una mujer”.

En 1992 Griselda Álvarez publicó sus memorias como gobernadora en Cuesta Arriba: Memorias de la Primera Gobernadora (FCE y la Universidad de Colima).

Su pasión como escritora y poeta fue incansable: más de dieciocho volúmenes entre poesía, prosa, ensayo y cientos de artículos periodísticos. Además, fue de las pocas escritoras mexicanas en incursionar en géneros “prohibidos”, como el erotismo, con su poemario Erótica (1999). El escritor René Avilés Fabila recuerda: “Como poeta es notable. En Erótica habla del amor sensual, del sexo, de las iluminadas relaciones amorosas, describe al cuerpo varonil con maestría y nos indica cuál es la diferencia, enorme por cierto, entre pornografía y erotismo. Erótica son sonetos que hablan de la pareja, de su vano intento de convertirse en una unidad, de sus caricias suaves o violentas.”

G Alvarez Ponce de Leon
Fotografía: Archivo El Universal.

Su amigo y poeta Andrés Henestrosa dijo de ella: “Muy bien pudiera decirse que, en las letras mexicanas, donde abunda la pasión sin gobierno, Griseldasabe poner y trasmitir una lección de compostura y serenidad. Si alguna vez quisieras saber qué es lo que se debe hacer en cada caso, pregúntaselo a Griselda, lector”.

Uno de los más famosos poemas de esta bravura hecha mujer es precisamente Soneto a la mujer:

Nacer mujer es un inmenso reto,
circunstancia toral, dura la vida,
la hembra viene en pecado concebida
y el hombre nace lleno de respeto.
Buscas no ser objeto, ser sujeto
con ovárica fuerza sostenida,
para luchar con alma dividida
porque no en todo lograrás boleto.
Te dan sencillo mas te exigen doble,
sangras ante la ley casa conquista,
en la maternidad, sustancia noble,
gigante siempre, aunque el dolor embista,
por fuerza suave adentro roble,
pero te hacen, a golpes, ¡feminista!

Alvarez sonriendo

En cierta ocasión, Avilés Fabila le preguntó atrevidamente:

—¿Cuántos años tienes, Griselda?
La maestra contestó:
—Lo sabrás cuando muera.

Murió en marzo del 2009.

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Es increible la vigencia del pensamiento y de la labor de esta admirable mujer.
Y es terriblemente lamentable que sigamos sin superar esta problemática.
Excelente investigación y artículo. Gracias Gerardo

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