Tras una maratónica sesión de 17 horas, los acreedores europeos lograron un consenso para el tercer rescate financiero a Grecia. Las condiciones del acuerdo parecieran duras, pero el gobierno griego aceptó la ayuda. ¿Los términos fueron como castigo al referéndum griego?
Bélgica (elsemanario.com).- Tras una maratónica sesión de negociaciones, los líderes de la eurozona lograron un acuerdo por “unanimidad” este lunes, para un tercer plan de rescate para Grecia. Sin embargo, las condiciones de la ayuda son bastantes duras, lo que ha sido tomado como un castigo al referéndum en el que los griegos habían rechazado las condiciones de sus acreedores.
A decir del el ministro de Reformas de Grecia, George Katrougalos, esta propuesta es claramente de austeridad, pero reconoció que están obligados a aceptarlas porque de lo contrario estarían en inminente riesgo de caer en un abismo económico.
“O aceptamos estas medidas draconianas o habrá una muerte repentina para nuestra economía porque los bancos continúan cerrados. De modo que es un acuerdo al que prácticamente estamos obligados”, dijo a la radio de la BBC.
Y es que sus bancos continúan cerrados al borde del colapso y de no aceptar, les quedaría la opción de tener que imprimir su propia moneda (regresar al Dracma) y, con el tiempo, salir de la unión monetaria europea.
No obstante las medidas estrictas, para los líderes europeos con este acuerdo se puede avanzar para implementar el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) para Grecia, con serias reformas y apoyo financiero.
“La cumbre del euro ha alcanzado un acuerdo unánime. Todo listo para ir hacia un programa (de rescate) para Grecia con reformas serias y apoyo financiero”, expresó en su cuenta de twitter el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Por la misma red social, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker dijo que “el acuerdo fue laborioso, pero se consiguió “, pero con este logro el riesgo de un “Grexit desapareció”.
Los líderes de las principales naciones europeas, la canciller de Alemania, Angela Merkel; presidente francés, Francois Hollande; y el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, celebraron el acuerdo y rechazaron que sea una “venganza” por el referéndum. Por el contrario, señalan que tiene más ventajas que desventajas.
Por su parte, el primer ministro pode Grecia, Alexis Tsipras aseguró que dio “batalla hasta el final” para lograr un acuerdo, que sus socios de la zona euro quisieron “más duro” por la falta de confianza, pero que el plan logrado le permitirá a su país salir de la complicada situación que vive.
Las condiciones que Grecia tuvo que aceptar para poder recibir una ayuda que ascenderá a 50 mil millones en tres años, incluyen crear un fondo de venta de activos públicos bajo la tutela de la Unión Europea.
Además, se le exige una reforma ambiciosa al sistema de pensiones y laboral; hacer modificaciones a su mercado de servicios; la liberación de los mercados energéticos; reforzar el sector financiero; la venta de activos públicos para obtener recursos para un nuevo préstamo; cambios en la administración pública; ceder mucho control a los acreedores Europeos para supervisar sus acciones; y, finalmente, Tsipras debe dar marcha atrás a todas las medidas que aprobó en el país tras su llegada al poder.
Estos cambios deberán ser aproados por el Congreso de Atenas antes del miércoles y, a decir de muchos analistas, éstos serán muy difíciles de asimilar por el gobierno y el pueblo heleno que aspiraban a un acuerdo más favorable, pero los países fuertes de la zona euro impusieron sus condiciones.
Los mercados financieros ya comenzaron a reaccionar positivamente a lo alcanzado esta mañana y pese a que pareciera ser estricto con Grecia, la ayuda no difiere mucho de lo que se le exigió a España o Portugal a cambio de sus programas de ayuda (a decir de Merkel). Sólo el tiempo y las propias acciones de los griegos determinarán si esto fue benéfico. Mientras tanto, el mundo continuará expectante.
Por I. Nava