Chile pospone hasta 2018 Constitución que supla la heredada por Pinochet

El anuncio realizado por la presidenta chilena Michelle Bachelet para iniciar el proceso para redactar una nueva Carta Magna, endosa el trabajo hasta la entrada del nuevo Congreso que será elegido en 2017 y entrará en funciones hasta el siguiente año.

Santiago (elsemanario.com).- Chile inició el proceso para redactar una nueva Constitución, pero será un largo trayecto de casi tres años el que deberán transitar los andinos antes de lograr reemplazar una de las últimas herencias de la dictadura de Augusto Pinochet.

La noche del martes, en un mensaje en cadena nacional y tras de meses de intenso debate, la presidenta chilena Michelle Bachelet hizo el anuncio oficial del cronograma para cimentar una nueva Carta Maga. Sin embargo, el anuncio no satisfizo a todos por lo que no se salvó de duros cuestionamientos, aunque también de defensas.

El denominado proceso constituyente comenzará este mes con una primera fase de educación cívica, diálogos ciudadanos en los que “todos podrán participar” y culminará con un plebiscito para ratificar la propuesta.

El resultado de esta primera etapa del proceso será un documento que contendrá las “Bases Ciudadanas para la Nueva Constitución”, que será entregado Bachelet durante el segundo semestre de 2016, entonces, la mandataria enviará una reforma que habilite al próximo Congreso a decidir el mecanismo en que se discutirá el proyecto de cambio a la Constitución.

El próximo Congreso, que será electo en 2017 y tomará posesión en 2018, decidirá entre cuatro opciones para aprobar el proyecto: la formación de una Comisión Bicameral; una Convención Constituyente mixta de parlamentarios y ciudadanos; una Asamblea Constituyente; y la convocatoria a un plebiscito, para que sea la ciudadanía la que elija entre las alternativas.

Con base en lo anunciado por Bachelet, será hasta el arranque de campañas para las próximas elecciones presidenciales que el proyecto de una nueva Constitución esté listo endosando esta tarea al próximo Gobierno.

Voces chilenas

La convocatoria para redactar una nueva Carta Magna fue recibida con cuestionamientos sobre la postergación de la iniciativa, o que es un proceso extremadamente largo, aunque hubo algunas concesiones al anuncio hecho por Bachelet.

La senadora y presidenta del Partido Socialista, Isabel Allende, afirmó que el anuncio del Proceso Constituyente es muy importante, recordando que, según las encuestas, más del 70% de los chilenos desea una nueva Constitución.

En entrevista con CNN Chile, la legisladora defendió la extensión del proceso argumentando que se requiere legitimar el proyecto, además, recordó que para dar pie se requiere de una reforma que dé atribuciones al nuevo Congreso para ejecutar el cambio.

[box type=”shadow” align=”aligncenter” ]NOTA: Allende sostuvo que: “No queremos una constitución que nos divida” por lo que “tenemos que mirar la sociedad y el mundo de otra manera”, recordando que la Constitución actual no reconoce los pueblos originarios, diversidades sexuales, o muchos derechos fundamentales.[/box]

En tanto, para el politólogo Mauricio Morales, de la Universidad Diego Portales, citado por el portal español lainformación.com, esta decisión privilegia la vía institucional, desechando en principio la opción de convocar una Asamblea Constituyente, algo que nunca aceptaría la derecha del país cuyos votos son necesarios para reformar la Carta Magna.

Mientras que, el presidente de Renovación Nacional, Cristián Monckeberg, señaló que fue positivo el anuncio de la presidenta chilena, sin embargo puntualizó que la nueva carta constituyente debe ser voz de todos los chilenos.

[box type=”shadow” align=”aligncenter” ]Cristián Monckeberg dijo: “Si Chile va a escribir un libro constitucional, tiene que interpretar a todos”. Además, cuestionó que “el proceso es extremadamente largo. Ningún país aguanta seis años o más debatiendo sobre una nueva constitución”.[/box]

Por su parte, el analista Pablo Jofré, recordó que si la exigencia popular por una nueva Constitución no se cumple, “estaríamos ante un nuevo incumplimiento de promesas”.

En declaraciones retomadas por TeleSur, el analista criticó que el proceso quede en manos del Congreso, “un grupo que está absolutamente disminuido de su caudal político, ético y moral”, enfatizando el largo historial de corrupción en el aparato legislativo.

La clase empresarial también advirtió  que el anuncio de Bachelet no hace más que prolongar la “incertidumbre”, en medio de un estancamiento de la economía del país.

El presidente de la Asociación de Emprendedores de Chile, Juan Pablo Sweet, citado por el diario La Tercera, criticó que la presidenta no “precisara los temas que se van a reformar”. “Sólo habló de la forma y no del fondo”, cuestionó.

Cambiar la herencia de Pinochet

La actual Constitución, redactada por la dictadura de Pinochet y ratificada en un cuestionado plebiscito en 1980, no contempla mecanismos para elaborar una nueva Carta Fundamental. Además, reduce la labor del Estado a mínimos, como la administración de justicia, dejando en manos privadas servicios como la educación, la salud y las pensiones.

A lo largo de 25 años de democracia en Chile, la Carta Magna ha sufrido algunas modificaciones para hacerla más democrática, pero hasta ahora no se había planteado ninguna iniciativa para sustituirla por un texto más adaptado a la nueva realidad del país.

0 0 voto
Calificación del artículo
Subscribir
Notificar a
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
0
Danos tu opinión.x
()
x