Un proyecto de ley impulsado por el gobierno francés prevé quitar la nacionalidad a los condenados por terrorismo.
París (elsmanario.com).- El gobierno de Francia dio luz verde este miércoles un proyecto de reforma constitucional que permitirá retirarle la nacionalidad francesa a las personas con doble ciudadanía condenadas por terrorismo.
Así lo contempla el controvertido proyecto aprobado por el Consejo de Ministros galo que incorpora el estado de emergencia en la Constitución y la privación de la nacionalidad para los binacionales condenados por “crímenes contra la vida de la nación”. Moción que deberá recibir el visto bueno de la Asamblea Nacional y del Senado.
Al presentar el proyecto de ley en conferencia de prensa, el primer ministro francés, Manuel Valls dijo que en “la amenaza no ha sido nunca tan alta, debemos hacer frente a una guerra, una guerra contra el terrorismo, contra el yihadismo, contra el islamismo radical”.
El estado de excepción ya existía en Francia, pero sólo contemplaba la privación de la nacionalidad para los binacionales que adquirieron la nacionalidad francesa a lo largo de su vida. Sin embargo, una extensión a los binacionales nacidos en territorio galo fue exigida luego de los atentados yihadistas del pasado 13 de noviembre, que provocaron 130 muertos.
La medida fue anunciada por el presidente François Hollande tres días después del 13-N, misma que fue aprobada por una aplastante mayoría en el Parlamento, y que se permanecer vigente hasta el 20 de febrero.
El estado de emergencia es una ley que puede ser cuestionada ante el Consejo Constitucional, por lo que para darle un estatus más robusto, Hollande pretende darle un rango constitucional. Para ello, el primer ministro Manuel Valls aseguró que habrá un debate en la Asamblea Nacional.
El proyecto será discutido en el Parlamento francés a partir del 3 de febrero reunido en Congreso que debe aprobarlo con una mayoría especial de tres quintos de los diputados y senadores.
Desde la esfera política, la conservadora UMP de Nicolas Sarkozy y el ultraderechista Frente Nacional de Marie Le Pen aplaudieron la el proyecto de ley, cuestionado por los partidos de izquierda y que divide al propio Gobierno.
La disposición propuesta como un régimen excepcional debido a la amenaza terrorista, es calificada como una amenaza para las libertades individuales. Una medida que de ser aprobada podría afectar a 3.5 millones de franceses que tiene más de una nacionalidad.