El Tribunal de Arbitraje Deportivo ratificó la decisión de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo de expulsar a los atletas rusos de toda competencia internacional por el uso de sustancias prohibidas.
Esta sanción implicaría que 68 deportistas rusos que planean participar en las pruebas de atletismo de los Juegos Olímpicos, a realizarse el próximo mes en la ciudad de Río, quedarían excluidos de las competencias.
Los atletas, entre los que se encuentra Yelena Isinbayeva triple medallista olímpica, reclamaban su derecho a participar en las olimpiadas tras ser vetados, en noviembre pasado, por la Federación Internacional de Atletismo para participar en competiciones internacionales por el escándalo de dopaje.
Isinbayeva calificó a la decisión como “el funeral del atletismo”.
“Dejemos ahora a esas pseudolimpias personas del deporte respirar aliviadas y ganar sus falsas medallas de oro en nuestra ausencia”, escribió la atleta en Instagram. “Siempre tuvieron miedo de nuestra fortaleza”, agregó.
Vitaly Mutko , ministro de Deportes en Rusia, declaró que “La demanda presentada por el Comité Olímpico de Rusia y 68 deportistas a la corte tenía como objetivo lograr que la responsabilidad colectiva no se extendiese a los individuos con una reputación limpia y sin violaciones disciplinarias”.
El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, también lamentó la decisión del tribunal y recordó que se trata de atletas que se preparaban para los Juegos Olímpicos y “que no tienen nada que ver con el dopaje y las acusaciones, sospechas, cuyas pruebas fueron revisadas por las organizaciones internacionales antidopaje”.
El Comité Olímpico Internacional (COI) dará a conocer esta semana si prohíbe la participación de Rusia en los Juegos Olímpicos de Río.
En este contexto el Comité señaló que valorará la opinión de las Federaciones Internacionales, de las que no todas son partidarias de una exclusión total rusa.
La presión sobre el COI para que los excluya aumentó esta semana luego de que otro reporte de la Agencia Mundial Antidopaje reveló evidencia de un dopaje sistemático encubierto por el Estado antes y durante los Juegos Olímpicos de Invierno en el 2014 en Sochi.