El 26 de abril de 1986 en la ciudad de Chernóbil ocurrió el mayor accidente nuclear de la historia humana, de acuerdo con especialistas la energía liberada ese día fue 200 veces superior al de las bombas de Hiroshima y Nagasaki combinadas.
En el momento de la explosión del reactor número cuatro de la Central Nuclear V.I. Lenin, fallecieron 30 personas la estructura destruida ardió durante 10 días, contaminando 142 mil kilómetros cuadrados en el norte de Ucrania, el sur de Bielorrusia y la región rusa de Briansk, detalla National Geographic.
Debido al accidente cerca de 135 mil personas debieron de ser evacuadas y se estima que las personas que fallecieron por la radiación supera las 500 mil. También se ha informado que la radiación se extendió al menos a 13 países de Europa central y oriental e incluso se detecto que la lluvia radiactiva llegó hasta Irlanda.
De acuerdo con La Nación, hoy en día se puede acceder como turista a la zona de aislamiento, área que esta formada por un un círculo de 29 kilómetros de radio que rodea el reactor. El acceso es estrictamente controlado, así que las delegaciones y visitas guiadas suelen recorrer sólo las rutas preestablecidas.
En días pasados el gobierno de Estados Unidos anunció que había utilizado su arma más poderosa no nuclear, que por lo tanto no emite radiación. La bomba GBU-43/B Massive Ordnance Air Blast (MOAB), y que apodada “la madre de todas las bombas”, fue lanzada en Afganistán, en una zona supuestamente ocupada por terroristas del Estado Islámico.
EEUU lanza bomba de 10 toneladas, la más grande que existe. Fue usada en esta región este de Afganistán cerca de frontera con Pakistán. pic.twitter.com/OGQsz0ytRV
— El Semanario (@El_Semanario) 13 de abril de 2017
El artefacto de 9,8 toneladas de peso tiene una potencia explosiva comparable a 11 toneladas de TNT, detalló el ejercito estadounidense.
Por su parte Rusia afirmó que posee una bomba cuatro veces más destructiva que la usada por los Estados Unidos, medios rusos aseguran que el FOAB tiene una potencia de explosión equivalente a 44 toneladas de TNT, ademas de contar con un radio de la explosión, de poco menos de 305 metros.
Estas son las armas más poderosas no nucleares creadas por el hombre y ni siquiera uniendo la capacidad destructiva de ambas el daño provocado por ellas no se compara a la tragedia acontecida en Chernóbil.