Hasta junio de este año, casi 30 miembros de las Fuerzas Armadas han sido detenidos por desertar o abandonar su puesto y cerca de 40 por rebelión, traición o insubordinación.
El Gobierno de Venezuela ha detenido a por lo menos 123 elementos de las Fuerzas Armadas por diversos cargos que van desde traición, deserción hasta robo, desde que comenzaron las protestas opositoras en abril pasado.
Un reporte de la agencia Reuters destaca que tras tres meses de protestas en contra del presidente Nicolás Maduro, el gobierno venezolano ha detenido a más de un centenar de solados en una lista que incluye oficiales y militares de bajo rango del Ejército, la Naval, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional Bolivariana.
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Reuters pudo tener acceso a documentos que revelan “la imagen más clara hasta la fecha de la insatisfacción y la disidencia dentro de las filas militares de Venezuela”, durante los ya tres meses de protestas opositoras en Caracas, mismas que hasta el momento han dejado un saldo de más de 90 muertos.
Hasta junio de este año, casi 30 miembros de las Fuerzas Armadas han sido detenidos por desertar o abandonar su puesto y cerca de 40 por rebelión, traición o insubordinación. La agencia de noticias citada destaca que la mayoría de los presos militares restantes ha sido acusada de robo.
Los detenidos, entre los que hay capitanes, tenientes, sargentos y soldados rasos permanecen encarcelados en tres prisiones de Venezuela: Pica, en la ciudad de Maturin; Santa Ana, en el estado de Táchira; y Ramo Verde, la misma prisión cercana a Caracas en la que permanece encarcelado el líder opositor Leopoldo López, prisión que aloja al mayor número de militares arrestados, con 91.
Varios militares confirmaron a Reuters que a pesar de cobrar el salario mínimo, alrededor de 12,5 dólares mensuales, no se les alimenta ni se les paga adecuadamente, lo que ha generado malestar al interior de las fuerzas armadas.
Al respecto, un exgeneral, bajo condición de anonimato, dijo a Reuters que el descontento opositor se está extendiendo también entre las Fuerzas Armadas de Venezuela, lo que podría escalar el conflicto entre chavistas y opositores a nuevos niveles de violencia.
“Esto revela descontento y baja moral, y, por supuesto, necesidades económicas”, advirtió el general.