Tom Bossert, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, reveló que la construcción del muro fronterizo deberá ser pagada por los contribuyentes de EU.
Con el paso de los meses se ha vuelto cada vez más evidente. La principal promesa de campaña de Donald Trump, la construcción de un enorme muro fronterizo, no será financiada por México, al menos no en un principio.
El presidente Trump ha insistido en que obligará a México a pagar la totalidad del costo por la construcción de una valla fronteriza, a pesar de que las autoridades mexicanas han asegurado que no aportarán un solo peso para la financiación del proyecto.
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Sin un plan concreto y ninguna forma legal que comprometa a su vecino a pagar por el muro, la Casa Blanca admitió por primera vez este fin de semana que la construcción del mismo será pagada por los contribuyentes estadounidenses, aunque señaló que la factura será cubierta por México.
“Creo que la clave aquí es que los fondos que tendrán que venir para el muro, los fondos inmediatos para este enorme proyecto, tendrán que venir del proceso de apropiaciones” del Congreso, indicó Tom Bossert, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, en una entrevista concedida al programa “This Week” de la cadena ABC.
Bosser dijo que el principal objetivo ahora es iniciar la construcción del muro, por lo que la discusión de los mecanismos para el reembolso de fondos se dejará para después, aunque no reveló detalles sobre el tipo de acuerdos a los que se podrían llegar con las autoridades mexicanas.
“A medida que trabajamos con los mexicanos en otras políticas y en políticas comerciales, vamos a determinar los medios para que podamos hacer esto de manera correcta”, precisó el funcionario.
Estas declaraciones son un importante cambio en la retórica autoritaria que ha marcado el presidente estadounidense en materia de inmigración. Trump prometió a los votantes que no gastaría sus impuestos en la valla fronteriza, algo que finalmente tendría que hacer para llevar a cabo el cuestionado proyecto.
El uso de estos impuestos, aunado a su propuesta de reforma hacendaria podrían generar todavía más descontento entre los estadounidenses quienes no aprueban en su mayoría los primeros meses de la gestión de Trump.
Una encuesta realizada por Gallup y The Washington Post en junio mostró que sólo 36% de los estadounidenses apoya su gestión.
Con información de El Clarín y Exélsior.
Es complicado como este mundo que corrió al ritmo de los grandes capitales. Globalización, comercio libre, inversiones con beneficios…, ahora llega una vuelta de 180° a todo lo que existe.
Aun que creo que compromete el TLCAN para imponer un impuesto o arancel a los productos mexicanos.