Trump dijo a los habitantes de la isla, que continúa devastada por el paso de María, que las pérdidas no fueron tan graves ni lamentables como, por ejemplo, las dejadas por el huracán Katrina en EU.
Parecía una escena más propia de un líder populista que de un presidente de Estados Unidos. Donald Trump, siempre en el centro de la escena, arrojando rollos de papel a los damnificados por el huracán María, como si se tratase de una estrella de la música pop.
Pero ése no fue el peor momento de un viaje que ha sido criticado, primero por su retraso y después por su contenido. Esté martes, Trump dijo a los habitantes de la isla, que continúa devastada por el paso de María, que las pérdidas no fueron tan graves ni lamentables como, por ejemplo, las dejadas por el huracán Katrina en EU.
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— La Nen@ (@LaKstaana) October 5, 2017
“Cada muerte es un horror, pero si ven una catástrofe real como Katrina, y ven los cientos y cientos de personas que murieron y ven lo que ocurrió aquí con una tormenta que fue realmente algo que nos superaba, nadie ha visto algo como esto. ¿Cuál es el conteo de muertos hasta el momento? Dieciséis personas. Dieciséis personas fallecieron versus miles. Deben estar muy orgullosos de toda su gente trabajando junta. Dieciséis personas versus miles de personas. Pueden estar muy orgullosos”, señaló Trump es una de sus más polémicas declaraciones.
President Trump in Puerto Rico: https://t.co/6OYzJPzSIV pic.twitter.com/gZoANNJLSg
— The White House 45 Archived (@WhiteHouse45) October 4, 2017
Más tarde, en la iglesia que ha servido de centro de acopio en el pueblo de Guaynabo, Trump entregó linternas, paquetes de arroz y papel toalla a los damnificados que a semanas del huracán permanecen sin servicio eléctrico y con escasa agua potable.
Mucha gente incluso se ha preguntado por qué el presidente Trump decidió visitar Guaynabo, un pueblo cercano a San Juan, en el que a pesar de que el huracán afectó varios barrios no provocó la destrucción que se ha visto en Loiza y Toa Baja, pueblos en los que cientos de familias necesitan reconstruir sus viviendas.
Peor aún, las declaraciones de Trump, fueron tan insensibles que incluso sugirieron que por culpa de esta emergencia se han visto afectado el presupuesto estadounidense.
“Odio decirlo, Puerto Rico, pero han lanzado nuestro presupuesto un poco fuera de control”, dijo sin dudar el mandatario.
Por su puesto, las críticas, las protestas, no se han hecho esperar, porque Trump atinó al menos una vez en sus declaraciones: el pueblo de Puerto Rico se mantiene herido, pero unido, y sus miles de habitantes, en efecto, deben sentirse orgullosos.
Con información de CNN y People.
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