“Nos ponemos complacientes y asumimos que las cosas van a continuar como han sido hasta ahora, simplemente de forma automática, y no es así”, aseguró Obama en un discurso el pasado 5 de diciembre.
Justo en momentos en que las tensiones raciales parecen alcanzar un punto álgido en Estados Unidos, el expresidente Barack Obama hizo un llamado para advertir sobre la fragilidad de la democracia, y aseguró que “las cosas podrían desmoronarse rápidamente”.
En un discurso ofrecido en el Club Económico de Chicago, el expresidente recordó a la Alemania Nazi para advertir a los estadounidenses sobre los peligros de permitir que los valores democráticos se “descompongan”, tal como ocurrió con el pueblo alemán en la década de 1930.
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“Nos ponemos complacientes y asumimos que las cosas van a continuar como han sido hasta ahora, simplemente de forma automática, y no es así”, aseguró Obama en su discurso del pasado 5 de diciembre, en el que en ningún momento se refirió al presidente Trump de manera directa.
“Ahora imagínense un baile en Viena de finales de los años 20 o principios de los 30 bastante sofisticado, lleno de la música, la literatura y la ciencia que estaba surgiendo entonces, parecía que iba a continuar así a perpetuidad. Y entonces 60 millones de personas murieron. El mundo enteró se sumió en un caos”, alertó Obama.
En otro tema que ha sido ampliamente criticado en la nueva administración, el de los enfrentamientos continuos entre el presidente Trump y los medios que él califica como “vendidos” y que se dedican a difundir “noticias falsas”, Obama aseguró que su país debe garantizar las labores de la prensa libre.
“Durante mi presidencia, la prensa seguido me volvía loco. Había momentos en los que pensaba que los reporteros estaban mal informados. Había veces en los que de hecho sus artículos no eran correctos. Pero lo que entendí fue que el principio de la prensa libre es vital, y que, como presidente, parte de mi trabajo era asegurarme de que se mantuviera así”, precisó el exmandatario.
En su discurso desde Chicago, Obama no sólo hizo referencias a la actual administración de la Casa Blanca, también aseguró que su mayor “arrepentimiento y desilusión” durante su mandato es el no haber promulgado controles más estrictos sobre la posesión de armas en el país.