Volcán de Fuego de Guatemala: con las horas crece la magnitud del desastre

Hasta el momento se reportan 69 muertos, 46 heridos y los afectados por las erupciones de este domingo se cuentan en más de 1.7 millones de guatemaltecos

Desde los cielos, las imágenes son estremecedoras. Por momentos parecen paisajes gélidos cubiertos por la nieve, sin embargo, se trata de comunidades enteras que quedaron enterradas bajo las cenizas arrojadas durante la mortal erupción del Volcán de Fuego, registrada este domingo en Guatemala.

Hasta el momento, el número oficial de víctimas fatales aumentó a 69, pero las brigadas de rescate reanudarán el día de hoy la búsqueda de desaparecidos, y se sabe que todavía hay zonas en las que los escombros no han sido retirados.

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Al momento, se reportan 46 heridos y los afectados por las erupciones de este domingo se cuentan en más de 1.7 millones de guatemaltecos. Un total de 3,271 ciudadanos ya han sido evacuados, 1,560 son atendidos en albergues de Escuintla y 317 en Sacatepéquez.

Una tragedia que rebasó a las autoridades

Este domingo, una avalancha de humo y polvo tóxico se desplomó a gran velocidad desde el cráter del Volcán de Fuego.

La comunidad de El Porvenir, ubicada en las faldas del coloso, fue una de las más afectadas por el material piroclástico. Esta zona, virtualmente, quedó sepultada bajo la ceniza volcánica y la mezcla de gases y material ardiente.

No fue la única zona afectada, la colonia San Miguel Los Lotes prácticamente también desapareció, sepultada bajo tres metros de sedimentos. Con el paso de las horas, las escenas no han hecho más que aumentar en dramatismo: decenas de fallecidos y desaparecidos, familias enteras fueron calcinadas cuando quedaron atrapadas en sus hogares o cuando intentaban escapar de la violencia de la erupción.

El paisaje ahora es siniestro, como si se tratase de un pueblo fantasma cubierto de polvo. En las calles todavía se encuentran los cuerpos de animales y personas, Guatemala ha declarado estado de calamidad en varias regiones, pero los rescatistas no se dan abasto: la zona es extensa y las manos son insuficientes.

Crece el enojo

Con el paso de las horas, también, crece el enojo y la indignación. Los sobrevivientes de la tragedia denuncia que no recibieron alertas de evacuación. Tampoco se les informó sobre la magnitud de lo que ya es considerada la peor explosión del Volcán de Fuego.

Hay coraje en la zona. En las faldas del volcán viven comunidades pobres dedicadas principalmente de la agricultura y el ganado. Ahora, esas comunidades han sido devastadas y todavía hay fumarolas que dan cuenta de que la alerta no ha terminado: el Volcán de Fuego sigue activo, y no se descarta que vuelva a hacer erupción.

Por el momento, las ciudades guatemaltecas vecinas han mostrado su solidaridad con los departamentos afectadas. Varios países también han ofrecido ayuda ante la tragedia. Ya habrá tiempo para rendir cuentas ante lo que no se hizo para prevenir la tragedia.

Ahora mismo, ante un paisaje lunar y polvoso que es interrumpido sólo por las humaredas y los tremores, lo urgente es rescatar a personas con vida, porque todavía hay gente atrapada y algunas de ellas han sido, milagrosamente, rescatadas. Eso, para la hermana nación de Guatemala, es lo más importante por ahora: rescatar a sus ciudadanos para poder pedir cuentas.

 

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