La situación económica del país enfrenta desafíos internos con la llegada de un nuevo gobierno y también retos a nivel mundial, pero principalmente los precios de los energéticos y las medidas proteccionistas externas preocupan a Banxico.
Ciudad de México.- En un entorno donde las cosas se han complicado para lograr reducir la inflación a su objetivo planteado y con factores externos donde tiene poca injerencia, el Banco de México (Banxico) reconoció que los energéticos siguen siendo una su principal preocupación.
La Junta de Gobierno de Banxico en su última reunión celebrada los primeros días de octubre, cuando decidió mantener sin alza su tasa de interés en 7.75 por ciento, fue muy clara al señalar que el aumento constante de los energéticos ha impulsado un alza en la inflación.
“Estos incrementos tienen su origen en aumentos en las referencias internacionales, aclarando que el ajuste gradual en la determinación de los precios internos de las gasolinas ha propiciado que el impacto sea más persistente”, señaló el Banxico.
De esta manera, los niveles de inflación se han visto afectados por los aumentos “considerables” en los precios de la gasolina y el gas LP, que desde junio pasado han registrado nuevamente incrementos mayores a los previstos, impactando las actividades productivas del país.
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Atentos al comportamiento de la inflación
En ese sentido, Alejandro Díaz de León, gobernador del Banco de México, afirmó que están atentos al desempeño que tenga la inflación con respecto a los movimientos de los precios de los energéticos, ya que en este momento, son su mayor preocupación.
“Algo que nos preocupa es que las curvas de futuro de varios precios de los energéticos también tienen una tendencia a precios elevados en los siguientes meses y eso podría dar lugar a (…) alguna presión adicional en la inflación”, señaló.
Y agregó que esto “es un factor claramente de riesgo y preocupación“, por lo que “hay que estar muy cautelosos para ver si la trayectoria de la inflación es consistente con el pronóstico que se había anticipado o si los choques que estamos viendo comienzan a tener ya un efecto mayor sobre esa trayectoria de convergencia”.
Aunado a esto, también están los riesgos externos que el Banxico los centra en las posibles medidas proteccionistas que puedan seguir creciendo en el comercio internacional, ya que ahora no solo es Estados Unidos quien ha puesto aranceles a productos mexicanos, sino también Canadá.
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Nuevo acuerdo ayuda al entorno
Sin embargo, con el anuncio del Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá (USMCA), las cosas se aligeran un poco con una porción mayor de certidumbre en los mercados.
En ese sentido, Díaz de León aseguró que “haber logrado este acuerdo puede jugar un rol muy positivo para la actividad económica de México y las inversiones”, pero señaló que “todavía falta por confirmarse cuál es el efecto que puede tener en las decisiones concretas de inversión”.
Además, también tiene un impacto positivo en el tipo de cambio y “el nuevo tratado también genera un entorno de menos incertidumbre y de alguna u otra manera, puede acotar el rango sobre el cual se puede mover” el peso, aseguró el funcionario en declaraciones que retoma El Financiero.
Finalmente, Banxico mantiene su perspectiva de crecimiento económico para 2018 entre 2.0 y 2.6 por ciento; mientras que para el próximo año está entre 1.8 a 2.8 por ciento.
Con esto, “ante el entorno complejo que enfrenta la economía, el balance de riesgos para el crecimiento continúa sesgado a la baja”, dice Banxico, pero reconoce que “el margen de este sesgo ha disminuido debido al acuerdo comercial recientemente alcanzado con Estados Unidos y Canadá”, concluye el banco central.