El presidente Fuad Masum dio a Haider al-Ibadi 30 días para reformar el Gobierno que estuvo encabezado por Nuri al-Maliki.
Bagdad, Irak.- Ante las presiones de Estados Unidos y la Unión Europea, el presidente de Irak, Fuad Massum, nombró el lunes primer ministro al vicepresidente del Parlamento, Haider al-Abadi, en reemplazo de Nuri al-Maliki, que se resiste a dejar el poder e insiste con buscar un tercer mandato.
Haider Al-Abadi, un político chiita veterano de 62 años, toma el cargo con la consigna de formar un nuevo Gobierno en 30 días y presentarlo al Parlamento para su aprobación.
Con esta designación Fuad Masum pone fin a los ocho años de Nuri al-Maliki en el cargo, aunque el veterano líder se rehusó a irse tras desplegar milicias y fuerzas especiales en las calles, creando un peligroso enfrentamiento político en Bagdad.
La Liga Árabe saludó este martes la nominación Al Abadi como primer ministro de Irak, y expresó su deseo de que forme un gobierno de unidad en el país, enfrentado a una ofensiva de insurgentes sunitas.
También Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Gran Bretaña, Francia y la ONU, felicitaron de inmediato al designado nuevo primer ministro.
El presidente Barack Obama dio su aprobación al nombramiento de un nuevo primer ministro en Irak para reemplazar a Nuri al-Maliki. En breves declaraciones desde Martha’s Vineyard, donde se encuentra de vacaciones, dijo que él y el vicepresidente Joe Biden hablaron con al-Abadi y ofrecieron su apoyo y aprobación a la formación de un nuevo gobierno.
Señaló que el nombramiento de un nuevo primer ministro es un paso importante de Irak para derrotar a los insurgentes del grupo Estado Islámico, que controlan importantes zonas del norte del país.
En tanto que, secretario de Estado norteamericano, John Kerry, exhortó al nuevo primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, a formar rápidamente un gobierno de unidad nacional.
Maliki dijo en un discurso televisado que la decisión del presidente de designar su reemplazante fue una “violación peligrosa” de la Constitución y, rodeado por sus aliados políticos, prometió “arreglar el error”.
En respuesta, el Gobierno de Estados Unidos le advirtió a Maliki que no “agite las aguas” usando la fuerza para quedarse en el poder, dejando en claro su apoyo al nuevo líder.
Por su parte, el representante especial de la ONU en Bagdad, Nickolay Mladenov, instó a las fuerzas iraquíes a “abstenerse de interferir en la transferencia democrática de la autoridad política”, máxime cuando Maliki cuenta con muchos apoyos en el seno de las fuerzas armadas.
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