Japón todavía negociaba la liberación de dos rehenes japoneses secuestrados por el Estado Islámico, luego que este viernes expirara el plazo para el pago del rescate, mientras que la madre de uno de ellos rogaba por la vida de su hijo.
Tokio, Japón.- Este viernes se cumple el plazo impuesto por el Estado Islámico a Japón para rescatar a dos ciudadanos de ese país y evitar que sean ejecutados, mientras las autoridades japonesas intentaban todavía esta mañana, negociar con el grupo yihadista.
Mientras tanto, la madre de uno de los rehenes japoneses secuestrados por el EI, rogó hoy a los captores de su hijo que lo liberen.
“Kenji no es enemigo del Estado Islámico”, señaló Junko Ishido, pocas horas antes de que venza el plazo para el pago de los 200 millones de dólares que los yihadistas piden como rescate.
Además, Ishido pide al gobierno japonés que salve la vida de su hijo. Kenji Goto, un periodista freelance, fue secuestrado en Siria. Su madre contó que hace dos semanas fue padre.
“Mi hijo es gentil desde pequeño y siempre decía que quería salvar la vida de los niños en la guerra. Trabajaba desde un punto de vista neutral sobre los conflictos”, exclamó la madre.
La suerte de Haruna Yukawa y Kenji Goto sigue siendo una incógnita. Sin embargo, un responsable del Ministerio de Relaciones Exteriores japonés declaró la noche del jueves a los medios que “aunque no podía decir nada concreto, sí había en cierta medida una reacción del interlocutor (del EI) vía los medios de comunicación, incluso indirectos”.
El primer ministro Shinzo Abe y el titular de Exteriores Fumio Kishida solicitaron ayuda a los dirigentes de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Jordania, Turquía, Egipto, Australia, Italia para lograr la liberación de sus dos conciudadanos.
Empero, la comunidad internacional ha realizado una fuerte presión para que Tokio no pague la totalidad ni una parte de los 200 millones de dólares exigidos por el Estado Islámico.
El Semanario con información de DPA, Reuters, EFE y AFP