El día de hoy, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión homenajeó a Gilberto Bosques Saldívar, quien ayudó a más de 40 mil perseguidos europeos en épocas del nazismo.
Ciudad de México (elsemanario.com).- El día de ayer se develó una escultura de aquel personaje que ayudara a los perseguidos europeos en épocas del fascismo y el nazismo. El acto tuvo lugar en la Cámara de Diputados para galardonar a quien otorgó más de 40 mil visas a judíos y españoles que eran perseguidos por Francisco Franco en España y por el nazismo alemán.
Gilberto Bosques Saldívar se saltó los protocolos y convenció al entonces presidente de la República, el General Lázaro Cárdenas del Río, para que México abriera las puertas a los exiliados europeos.
José Sacal, creador de la obra, indicó que la escultura representa la idea de lo que en verdad creía el diplomático mexicano:
“Gilberto Bosques fue un escudo contra la guerra, significó la vida en lugar de la muerte, y la paz en lugar de la ofensiva”.
Fue cónsul general de México en París, Bayona y Marsella de 1939 a 1944, en la Francia ocupada por los nazis, momento en que ayudó a los 40,000 refugiados ofreciéndoles residencia y nacionalidad mexicana.
Gilberto Bosques Saldívar nació en Chiautla de Tapia, Puebla. Fue profesor normalista y dirigió el movimiento estudiantil maderista poblano; participó en la conspiración que dio lugar al movimiento social de 1910. También fue periodista, además de diputado constituyente y local.
Es por ello que el día de hoy, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión le hizo un reconocimiento a este hombre.
Al respecto, la senadora del PRD, Angélica de la Peña Gómez, mencionó que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen como base el reconocimiento de la dignidad personal y el valor de las personas.
Laura Angélica Rojas Hernández, del blanquiazul, expresó que “la larga tradición de refugio y asilo de nuestro país tiene en este diplomático a uno de sus más destacados exponentes”.
Manuel Cavazos Lerma del PRI, subrayó que cuando Bosques Saldívar fue embajador en Cuba consiguió visas para Raúl y Fidel Castro Ruz, a principios de los años 50.
Los actos y el compromiso con los derechos humanos, llevaron a Gilberto Bosques y al consulado a su cargo en Marsella, a rentar dos castillos para albergar a los refugiados y expedir las 40 mil visas para México, Portugal e Italia.
Por Alberto Cedeño.