Ante la negativa del director general de Zoológicos y Vida Silvestre de trasladar al orangután Toto a un santuario de Brasil, la ONU levanta la voz en pro de que tenga la atención y comodidad que él necesita.
Ciudad de México.- Luego de los inconvenientes que ha tenido el Zoológico de Chapultepec en el cuidado de sus animales y a raíz de la trágica muerte del orangután “Jambi” víctima de pancreatitis, el Proyecto Gran Simio (PGS) inició una intensa campaña en redes sociales y en la plataforma Change.org para que el orangútán “Toto” sea trasladado a Brasil, donde viviría en un entorno mucho mejor.
El zoológico, dirigido por Juan Arturo Rivera, ha rechazado de manera contundente la petición. Dicha negativa provocó que el coordinador del programa Great Apes Survival Partnership (GRASP), dependiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Doug Cress, uniera su voz y pidiera nuevamente, a través de una carta, el traslado de “Toto” a Rivera, manifestando que el orangután se encuentra en depresión.
En el escrito, Cress destaca la protección de los derechos de los orangutanes en Europa y América, esto debido a sus rasgos humanos y gran inteligencia.
La petición de traslado de Proyecto Gran Simio tiene historia, desde antes que muriera “Jambi”; en ese momento la organización ofreció a la Secretaría de Medio Ambiente del Distrito Federal (Sedema) cubrir los gastos del traslado de los dos orangutanes al santuario para grandes simios de Sorocaba en Brasil, donde se les ofrecería rehabilitación física y mental con la finalidad de mejorar su calidad de vida.
Las autoridades pone pretextos
Autoridades cercanas al caso han declarado que “el santuario de Brasil no tiene capacidad para atender a Toto”, aunque este lugar cuenta con un espacio de 20 mil metros cuadrados y más importante aún, personal calificado para atenderlo.
“Es gravísimo que Toto esté viviendo en un lugar en el que se le niega la luz real, no puede ver el cielo o tocar la tierra. Nosotros luchamos por esta causa que a Jambi ya no puede beneficiar, porque ha muerto, pero no se la neguemos a Toto. Su dignidad, la dignidad humana, la dignidad del propio Gobierno y de la ciudadanía pueden elevarse permitiendo que Toto vaya al santuario de Brasil”, puntualizó Pedro Pozas Terrados, director ejecutivo de Proyecto Gran Simio.
Por María Navarro