Óscar Alejandro Munguía, de 35 años de edad, llegó al centro comercial de Reforma, subió al segundo piso y disparó al menos en tres ocasiones en contra de su expareja sentimental y con quien había tenido un hijo.
Su nombre era Selena Hernández Mújica, tenía 28 años y trabajaba en la tienda Nine West de la Plaza Comercial Reforma 222, en la Ciudad de México, este domingo, como hacía normalmente, acudió a su lugar de trabajo y en algún momento de su jornada, se encontró con su expareja. Esa fue la última vez que se le vio con vida.
Todavía no se conocen los detalles sobre lo que ocurrió la tarde de este domingo, los primeros testimonios hablaban de un hombre que abrió fuego en uno de los locales de Reforma 222. De inmediato arribaron elementos de la SSP, quienes acordonaron la zona y realizaron las primeras indagatorias.
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Más tarde, lo que se indagaba como un robo en la zapatería Nine West, ubicada en el segundo piso de la plaza comercial, fue catalogado como un homicidio pasional tras el que una mujer perdió la vida y el agresor resultó herido de gravedad.
Se sabe ahora que la tarde de ayer, el agresor, identificado como Óscar Alejandro Munguía, de 35 años de edad, llegó al centro comercial de Reforma, subió al segundo piso y disparó al menos en tres ocasiones a Selene, quien era su expareja sentimental y con quien había tenido un hijo.
El reporte preliminar de la PGJ, que primero calificó el feminicidio como un “conflicto personal” y que después abrió una carpeta por homicidio calificado.
Otro feminicidio en CDMX
De acuerdo con las primeras indagaciones policiales, se sabe que la pareja atravesaba por una separación en la que luchaban por la custodia del hijo. De Óscar Alejandro se sabe que tenía antecedentes de robo y violencia intrafamiliar, además de que estuvo preso dos años por robo.
Selena había anunciado a sus padres que su expareja se oponía a la separación y la había amenazado, por lo que les pidió vivir con ellos. En el trabajo, decía a sus compañeros, se sentía segura debido a la supuesta vigilancia que existe en la plaza, que cuenta con numerosas cámaras de videovigilancia.
Este domingo, sin embargo, los controles de acceso y la vigilancia no sirvieron de nada, ya que Alejandro pudo pasar libremente hasta el lugar de trabajo de Selene. La arrinconó en un lugar en el que la discusión se elevó de tono y después le entregó una nota:
“No vas tú a destruir mi vida y después como si nada. Por puta te pasó esto”, se podía leer en el mensaje que dejó en el piso de la tienda, al lado del cuerpo sin vida de Selene.
Alejandro sobrevivió, pero su estado de salud se reporta como grave, hasta el momento los administradores del centro comercial no han emitido una postura sobre la criticada acción de los elementos de seguridad, antes y después del incidente.
Con información de El Universal