Salomón Chertorivski advierte: “no estamos estancados, estamos peor que en 2010”

Chertorivski asegura que eludir el aumento a 82.86 pesos del salario mínimo, hace que la medida de solamente homologarlo, descartando las zonas geográficas, siga siendo una mala noticia.

Ciudad de México.- Con un contundente “no estamos estancados, estamos peor que en el 2010”, el secretario de Desarrollo Económico del Distrito Federal, Salomón Chertorivski, aseguró que a seis años de la crisis financiera, el actual ingreso de los mexicanos ya no les permite adquirir ni la cuarta parte de la canasta alimentaria.

“Se trata de una merma de 27 por ciento en el poder de compra de los bienes básicos”, resuelve el hombre encargado del desarrollo económico en la capital del país, en un artículo publicado este miércoles en el diario Reforma titulado Un esfuerzo de 1.8 pesos.

En su artículo, Chertorivski alertó que pese a que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI) hizo un anuncio de que gradual, lentamente, se terminarán las “zonas” salariales en que se ha dibujado al país, “no se crea que la homologación ocurrirá de inmediato”.

“Los estados y las ciudades donde hoy se pagan 66.45 pesos recibirán un aumento de 1.8 pesos mensuales en abril. Y si bien nos va (…) se incrementará en otros 1.8 pesos, para así tener un solo salario mínimo nacional. Santo y bueno”, ironizó el funcionario.

Pese a tratarse de una medida que a decir de Chertorivski fue anunciada en espectaculares desplegados, “sigue siendo un salario que condena a la pobreza extrema a quienes lo ganan: casi siete millones, que incluye trabajadores de la economía informal y a dos millones 948 mil remunerados en la economía formal (INEGI)”.

¿Y por qué sigue ocurriendo ese empobrecimiento laboral generalizado? se pregunta Chertorivski, “en buena medida por los infelices decretos que año con año se dejan caer sobre el salario mínimo: aumentos marginales, de dos o tres pesos, mientras todo lo demás -especialmente los alimentos- aumenta a ritmos muy superiores, a ratos inalcanzables”, explica.

En este sentido asegura que el actual mercado laboral formal de México está produciendo pobres extremos, hecho que califica como “otra forma de violencia”, por lo que la situación de las familias mexicanas más pobres requiere, dice, algo más que medidas administrativas.

“En el documento presentado a todo el país el año pasado por el Jefe de Gobierno del DF se demuestra que hay condiciones productivas para incrementar el salario mínimo a un nivel que permita escapar de la pobreza extrema a quienes lo ganan: (82.86 pesos) este mismo año, sin causar inflación”, ofreció.

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