Ni la crisis de los cuarenta se compara con la situación que se vive cuando existe una verdadera catástrofe ¿ya conoces el trastorno de estrés postraumático?
Todo el mundo tiene momentos de crisis. Justo antes de un examen, cuando te das cuenta que ya gastaste el dinero de la quincena y apenas depositaron o cada vez que tu pareja revisa tu celular. No obstante, esta clase de crisis no tienen comparación alguna con las vividas en momentos de desastre -natural o provocado por el hombre- ya que las personas tienden a perder más que nunca el sentido de organización y se aumenta la incapacidad del individuo para manejar las situaciones poniendo en práctica métodos acostumbrados. Es decir, mientras que fumar un cigarrillo podría relajarte antes de ese examen, hacer lo mismo ante un derrumbe provocado por el temblor que acaba de suceder pudiera no tener el mismo efecto.
Tras la exposición de eventos de esta magnitud -terremotos, ataques terroristas, secuestros por parte del estado- puede aparecer el trastorno de estrés postraumático o TEPT, el cual se deriva de la ansiedad y ocurre después de acontecimientos estresantes, extremadamente traumáticos que involucran daño físico o que son de naturaleza amenazadora- catastrófica para el individuo.
Los síntomas que se presentan en el TEPT tienen relación con regresar una y otra vez al evento que desencadeno el trauma y son:
Flashbacks o el sentimiento de que el evento está sucediendo nuevamente
Dificultad para dormir o pesadillas
Sentimiento de soledad
Explosiones de ira
Sentimietos de preocupación, culpa o tristeza
Una de las metas principales de la intervención en crisis es ayudar a las personas a recuperar el nivel de funcionamiento que tenía antes del incidente que precipitó la crisis.
Al translaborar y resolver de manera exitosa una crisis vital, la persona aprende nuevos caminos para salir adelante. El individuo debe de terminar por conceptuar la vida de un modo diferente que antes de que la crisis ocurriera. La resolución de la crisis se enfoca de manera directa en la asistencia al paciente para aprender de la crisis, lo que redunda de modo potencial en un más alto nivel de funcionamiento que antes de la crisis.