Una mamá estadounidense decidió dejar con su bebé prematuro un guante, el cuál estaba impregnado con su aroma. Al otro día las enfermeras se impactaron con el resultado
Ser madre es uno de los grandes deseos de las mujeres. A pesar de los grandes avances tecnológicos, existen ciertas complicaciones que dificultan un nacimiento. Una mamá que tuvo un bebé prematuro, para no dejar solo a su hijo tuvo una gran idea con impactantes resultados.
En 2001 Yamile Jackson tuvo un parto prematuro, debido a que padecía preeclampsia severa, hipertensión arterial, edemas y otros más padecimientos, que perjudicaban seriamente su embarazo.
Como consecuencia de esto su su hijo Zachary nació 12 semanas antes de lo previsto. A pesar de lo peligroso del parto, el bebé prematuro nació pesando menos de 1kg.
Debido a su condición, el pequeño tuvo que permanecer en la UCIN (Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales). Durante los 155 días que estuvo hospitalizado el bebé, su madre que es Doctora en Ergonomía y Factores Humanos pasaba todo el tiempo con él.
En las noches la mujer de Texas tenía que dejar a su bebé prematuro, ya que el Hospital tiene estrictamente prohibido que alguien permaneciera con ellos por la noche, sólo las enfermeras de guardia podían tener acceso para estar al pendiente de ellos y atender cualquier complicación que pudiese surgir.
Para que el pequeño no se sintiera sólo en las noches, la mujer estadounidense decidió llenar un guante de látex con semillas y lo puso a un lado del bebé durante las noches.
Durante el día la madre abrazaba el guante para que se impregnara con su aroma y el bebé pudiera percibir su presencia.
El guante llamado Zaky, no sólo procuraba la comodidad del bebé e imitar la sensación del tacto de los padres, sino también ayudarlo en su autorregulación de la respiración y reducir los episodios de falta de oxígeno.
Después de que su pequeño fue dado de alta, Yamile recibió una llamada de una de las enfermeras del hospital en la que le preguntaron si podría hacer más de esos guantes para los demás bebés.
Las enfermeras habían visto lo cómodo que estaba Zachary con el guante y quisieron probarlo con otros bebés de la UCIN. Fue así que Yamile entregó 100 guantes al hospital y se dispuso a investigar en cómo podría mejorarlos para ayudar a los bebés prematuros.
Su idea tuvo un gran recibimiento por lo que fundó la empresa Natured by Design, gracias al subsidio de Opra Winfrey.
Una investigación independiente demostró que los bebés que utilizan Zaky no registraron en absoluto episodios de falta de oxigenación, a diferencia de los que utilizaron el guante sin aroma familiar.
