Psicólogos aseguran que pasar más tiempo del recomendado en las redes sociales puede causar “autismo virtual” en los menores de edad.
Sidney, Australia .- Aquellos niños que pasan más tiempo del recomendado en las redes sociales pueden desarrollar problemas para identificar las emociones faciales en las personas, alertaron investigadores de la Universidad de Sunshine Coast, ubicada en Australia.
Esto de acuerdo con una investigación realizada en 400 infantes, la mitad de los cuales estaba habituados al uso de redes sociales en su vida diaria, mientras que el otro grupo vivieron su infancia sin usar estas plataformas. De esta forma quienes utilizaban regularmente esta plataformas de comunicación desarrollan una clara tendencia de incapacidad para leer las emociones faciales de sus interlocutores, al momento de tener una interacción humana real, informó Metro News.
La Doctora Rachael Sharman, jefa del estudio, explicó que los resultados de la comparativa mostraron un problema con las habilidades sociales de los jóvenes usuarios de Facebook, al intentar identificar de manera correcta las expresiones faciales y emociones de las personas con las que charlaban en la vida real.
“Encontramos vínculos muy claros. Donde los lapsos prolongados que pasan los usuarios en Facebook y las diferentes motivaciones que tienen para estar ahí, llevan a un peor reconocimiento emocional, al momento de interactuar con personas reales”, comentó la especialista.
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Y agregó que en Francia a este fenómeno lo han denominado como “autismo virtual”: la idea de este concepto es que si estás criando a tu hijo usando sólo pantallas y dispositivos inteligentes, no están teniendo interacciones sociales o aprendiendo habilidades sociales básicas.
Sharman advirtió que si los niños reciben toda su información sólo a partir de pantallas, entonces sera imposible que exista la suficiente interacción humana para desarrollar las habilidades motrices y sociales básicas acordes con su edad.
“El autismo virtual provocaría entre los niños afectados una marcada incapacidad para detectar cuando otras personas están mintiendo o incluso puede generar intolerancia a discrepancias o diferencia de opiniones”, aseguró la doctora, quien añadió que la forma de tratar este mal es similar a los métodos realizados con personas que padecen distintos grados de autismo.