El cáncer de mama es una enfermedad que de detectarse a tiempo puede no ser mortal. Existen formas con las que se puede identificar fácilmente realizando una auto exploración; sin embargo, hay síntomas que no son popularmente conocidas y aun así puede ser un indicio de este mal.
En noviembre de 2016, el National Cancer Research Instituite declaró que un bulto en el pecho es clasificado como el síntoma más característico del cáncer de mama, reportó el portal La Sexta. No obstante, existen otros síntomas que no son tan característicos.
De acuerdo con la BBC, el consumo de alcohol, sobre peso y falta de actividad física son posibilidades que la persona pueda llegar a tener dicha enfermedad en un futuro; pero otro posible síntoma son los factores hereditarios. Si una mujer cuenta con una larga familia (madre, abuela, tía, tío, etcétera) que fue diagnosticada con cáncer de mama, es muy probable que la individua pueda ser propensa a tener dicha enfermedad en el pecho.
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Asimismo, mujeres que presente úlceras en el seno e infección o inflamación en los pezones, brazos o axilas cuentan con probabilidades de tener cáncer. No obstante, la doctora Mónica Koo del instituto University College London señaló que si la mujer presenta estos síntomas pueden tener más tiempo de eliminar el padecimiento.
“Nuestra investigación muestra que alrededor de una de cada seis mujeres diagnosticadas con cáncer de mama tienen síntomas distintos a un bulto de mama. Estas mujeres son más propensas a retrasar su visita al médico en comparación con las mujeres que presentan sólo un bulto en el pecho”, detalla la doctora.
La BBC también expuso otro factor de riesgo en donde un embarazo mayor a los 40 años de edad, al igual de que se presente una menopausia tardía o una exposición prolongada de estrógenos (hormonas femeninas) son posibles factores de contraer cáncer de mama.
Por último, la American Cancer Society y Bienestar 180 señalaron algunos posibles síntomas de ser proclive a este malestar: Manchas blancas en la lengua; tos y ronquera persistente; fuertes sudoraciones durante la hora de dormir; ojos y piel de color amarillo; dolor en el estomago y espalda; aparición de llagas.