Un estudio encontró que los habitantes de pueblos pequeños o áreas rurales pueden ser hasta ocho veces más felices que los que viven en ciudades.
Investigadores de la Universidad McGill de Montreal y de la Escuela de Economía de Vancouver encuestaron a 400 mil personas usando una escala de felicidad. Descubrieron que a pesar de que en las ciudades se vive con mejores salarios, mayores niveles de educación y menor desempleo, también se es más infeliz debido al estilo de vida que se debe llevar.
Para llevar a cabo el estudio, se midió la satisfacción de todos los participantes en una escala del 1 al 10. Además, se les hicieron otras preguntas para determinar su grado de felicidad.
Las personas que viven en ciudades tuvieron un promedio de felicidad del 7.04 por ciento, mientras que los habitantes de zonas rurales alcanzaron un promedio de 8.94 por ciento de felicidad.
Tomando en cuenta resultados individuales, hubo quienes eran hasta 800 veces más infelices por vivir en una ciudad en comparación a quienes viven en pueblos pequeños, ranchos o zonas aisladas.
Los investigadores determinaron que la principal causa es la falta de una buena comunidad y las débiles relaciones sociales en las ciudades.
Otro de los factores es que las personas que viven en ciudades se gastan hasta el 30 por ciento de sus ingresos en pagar renta o servicios/mantenimiento de su vivienda, lo cual contribuye al estrés por motivos económicos.
Por último, existe la sensación entre los citadinos de que su comunidad no es muy segura y pueden ser víctimas de un crimen, como un asalto o robo, mientras que las personas en comunidades pequeñas se conocen y se sienten más protegidas.
Los resultados del estudio se publicaron en el National Bureau of Economic Research.
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