Pensamientos que te llevan al fracaso

¿Te crees todo lo que piensas? Tu mente, lo hace y trabaja todas sus acciones hasta llegar a aquello que, quizás inconscientemente, te proponías.

Ciudad de México (elsemanario.com).- La mente es el aparato más poderoso que existe: capaz de mantener bajo control la delicada mecánica del cuerpo, procesador de toneladas de información, creador de interacciones complicadas y, en definitiva, modulador del destino.

¿Has escuchado alguna vez aquello de la profecía autocumplida? La mente humana funciona de forma muy similar, una idea que permanece atada a nuestras angustias más profundas puede, precisamente, hacernos caer en todo aquello que intentamos evitar.

Imagen obtenida por: Tumblr

Robert K. Merton, sociólogo estadounidense, dice de la profecía “si una situación es definida como real, esa situación tiene efectos reales” ¿Por qué? Nuestra conducta intenta ser coherente con las creencias que tenemos, estén fundamentadas o no.

Cada día generamos creencias y percepciones con base a nuestras experiencias de vida, estás tienden a mantenerse aún cuando la situación de vida actual haya cambiado. Constantemente mantenemos una visión positiva o negativa sobre ciertos aspectos y estos contribuyen a determinar -desde nuestro imaginario- cuál será el resultado final de alguno de nuestros actos; no siempre somos conscientes de aquello que buscamos y atraemos. Los medios, actitudes y el comportamiento se adecuan entonces para encaminarnos a esa meta inconsciente a la que intentamos llegar.

Imagen obtenida por: Tumblr

La mayoría de las personas con perspectiva negativa, fatalista o de escasez, comprueban como ciertas sus ideas dentro de su realidad, no porque puedan predecir como van a darse las situaciones, sino porque manejan -sin poder notarlo- todas las herramientas que están disponibles en su poder para lograr que ése evento se cumpla. Todas las cosas se atraen, en ocasiones, las personas no escuchan lo que realmente están pidiendo.

Imagen obtenida por: Tumblr

Pasando a otra linea de ensayo, pero bajo la misma perspectiva, existen las distorsiones cognitivas de Aaron T. Beck; éstas se presentan la mayor parte de las veces en forma de pensamientos automáticos que reúnen las siguientes características:

  • Son mensajes específicos y discretos que nos decimos a nosotros mismos.
  • Están compuestos por pocas y esenciales palabras o una imagen visual breve.
  • Los pensamientos automáticos, no importa lo irracionales que sean, casi siempre son creídos.
  • Se viven como espontáneos; se introducen de golpe en la mente.
  • A menudo se expresan en términos de “habría de, tendría que o debería”.
  • Tienden a dramatizar y catastrofizar.
  • Son relativamente idiosincráticos; en iguales situaciones pueden generar diferentes emociones y pensamientos.
  • Son difíciles de desviar.
  • Son aprendidos.
Imagen obtenida por: Tumblr

De acuerdo con éste autor, las distorsiones cognitivas que un individuo decide mantener lo llevan a desarrollar estados de ánimo disfuncionales como: fobias, depresión, problemas de autoestima, obsesividad, etcétera. Se ha relacionado estas distorsiones con las falacias lógicas; en todo caso, son una falla en el manejo de los procesos de información, y por tanto, se vincula a la racionalidad y a alteraciones del pensamiento critico.

Imagen obtenida por: Tumblr

Aprender a refutar estas distorsiones, sus consecuentes pensamientos negativos y sus inevitables actos de búsqueda dirigida, se basa en un método de reestructuración cognitiva y esta nueva perspectiva sera el principio de la exploración de nosotros mismos como halladores de mejores resultados.

Por Diana Caballero.

 

0 0 voto
Calificación del artículo
Subscribir
Notificar a
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
0
Danos tu opinión.x
()
x