De acuerdo a trascendidos vertidos en un diario español, Brasil aprobó un documento que sirve como una constitución donde se establecen obligaciones, entre otros, para las grandes firmas como Google o Amazon, que tendrán que sujetarse a las leyes de ese país sudamericano.
Ciudad de México.- En el año del Mundial, Brasil es la nación sede de la cumbre mundial que decidirá el futuro de Internet, la #NET Mundial de Sao Paulo, que comienza este miércoles.
En el marco de esta celebración, el senado brasileño aprobó este martes la ley de Marco Civil, una especie de documento que comprende los derechos ciudadanos respecto a internet. La ley establece principios, garantías, derechos y deberes para usuarios y proveedores. La señal verde de la Cámara Alta se produjo 24 horas antes de #NETmundial (la cumbre internacional sobre la gobernanza de la Red) que se celebrará hasta el jueves en São Paulo y en el que, además de la presidenta, Dilma Rousseff, se espera la presencia, entre otros, de Tim Berners Lee, el inventor de la World Wide Web de cuya creación se cumplen 25 años.
En la reunión buscarán establecer un nuevo orden mundial de la organización de Internet, ahora bajo el dominio de Estados Unidos. “Estamos aquí gracias a Edward Snowden”, refirió un diario español en su crónica de lo que ayer ocurrió entre los participantes en el encuentro en las redes sociales.
La cumbre de Sao Paulo buscará avanzar con un acuerdo entre países desarrollados y anglófilos (en general) partidarios de la actual situación y países en desarrollo (Brasil, Rusia, India, China), partidarios de tener mando (y dominio) en la gobernanza de Internet. Estados Unidos ya ha dicho que dejará de mandar en el ICANN; organización de los dominios; pero no se trata solo de asignar direcciones, sino de controlar los estándares técnicos de la Red.
Reino Unido y Estados Unidos temen que se produzca una balkanización de Internet si se aceptan las pretensiones de los países emergentes.
El Marco Civil que aprobó Brasil establece, entre otros elementos, que las compañías no podrán limitar el acceso a los usuarios a determinados contenidos o cobrar precios diferentes por cada servicio prestado (lo que se conoce por neutralidad de la Red), la inviolabilidad de las comunicaciones y que los proveedores de Internet deberán almacenar los registros de conexión por seis meses y ponerlos a disposición de las autoridades previa orden judicial. El proyecto final, que se aprobó sin modificaciones con respecto al texto avalado hace un mes en la Cámara de Diputados, no convence a todos en Brasil y algunos especialistas alertan de ciertos desvíos con respecto al texto original.
Entre los puntos polémicos se encuentran la neutralidad de la Red, el almacenamiento de datos y el posible castigo a los usuarios –y no a los proveedores- por contenidos vinculados. Sergio Amadeu, sociólogo y representante de la sociedad civil en el Comité que ayudó a crear el Marco Civil aseguró este martes que Rousseff necesita vetar el artículo 15 porque, según él, representa una amenaza a la libertad ya que obliga a las empresas a guardar los datos de los ciudadanos durante seis meses. Otra voz en contra es la de Pedro Eckman, coordinador de Intervozes, Coletivo Brasil de Comunicaçao Social. “Esa medida debilita la protección de la privacidad, conculcando la presunción de inocencia al obligar a almacenar de forma obligatoria las actividades de los internautas de forma indiscriminada y masiva”.
La nueva ley brasileña -en la línea que han establecido otros países, como Chile y Holanda- va dirigida a la portería geopolítica del gobierno mundial de la web, tras el escándalo de las revelaciones de Edward Snowden y el espionaje de la NSA estadounidense (Agencia Nacional de Seguridad) a amigos y aliados de la Casa Blanca, entre ellos la propia Rousseff y la canciller alemana Ángela Merkel. Berlín y Brasilia, además de la Unión Europea y la Asamblea General de la ONU, quieren establecer unas reglas que impidan el control que Washington ejerce en la Red, algo difícil de conseguir según los especialistas.
Sin embargo, en el camino de la ley se ha quedado la aspiración más radical: que las empresas extranjeras de internet (Twitter, Google, Yahoo, Amazon entre ellas) instalaran centros de datos en el país. A cambio han introducido un artículo en el que se establece que las denuncias judiciales de los brasileños contra estas empresas se dirimirán en tribunales brasileños, no en los norteamericanos.
“Brasil está en la vanguardia de Internet. La nueva ley muestra que estos asuntos preocupan en el país desde hace seis años”, comentó Camille François, investigadora de la Universidad de Harvard. “Es una discusión que ha reunido a muchos expertos y creo que el mundo tiene mucho que aprender”, agregó al diario ibérico.
Previo a la aprobación de este documento, la oposición alegó que la Cámara Alta estaba siendo “atropellada” para aprobar una ley que serviría de trofeo a Rousseff en el evento #NETmundial, durante el que se debatirán más de 200 propuestas, entre paneles y mesas de discusión, de 85 países.
Fuente: elpais.es