Una sintonía de calor extremo afecta a países del centro y este de Europa, las temperaturas rondan de los 30 a 40 grados centígrados. El clima se volvió loco y, este verano ha llegado ha instalarse a las vidas de los habitantes del viejo continente.
Ciudad de México.- El calor invade al viejo continente, con temperaturas que llegan a los 40 grados extendiéndose por Portugal, gran Bretaña y Francia.
Los habitantes de Francia, temen que se repita la experiencia del verano 2003, cuando murieron alrededor de 30 mil franceses en un fenómeno similar. Esta situación, ha tomado a las autoridades desapercibidas, aunque se comienzan ha tomar medidas necesarias para evitar fatalidades y una crisis parecida.
La Ministra de Ecología, Segolene Royal ha llamado “a todos los propietarios de lugares con aire acondicionado, a dejar entrar a la gente para aliviarse de las altas temperaturas”.
París, Lot y Dordogne y Borgoña, están entre los lugares que se van a registrar al menos 40 grados, en las próximas horas, en Francia. Las temperaturas provienen de una masa de aire caliente desde el norte de África hacia Europa que durará al menos una semana que se extiende hacia el norte, rumbo a Bélgica.
La posible causa
Los científicos ya han analizado el posible papel del cambio climático, concluyendo que el calentamiento global tal vez ha provocado los eventos insólitos en Europa, al menos, elevando su probabilidad al doble en gran parte del continente. En algunas ciudades, el cambio climático ha hecho que las olas de calor extremo sean cuatro veces más probables, aseguran. Dicho estudio proviene de una colaboración que implica a Climate Central, una organización medioambientalista sin fines de lucro con sede en Estados Unidos y un equipo internacional de investigadores del clima.
El calentamiento global, un fenómeno vinculado a la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, podría ser el responsable las temperaturas extremas. Así lo señala un estudio realizado por Nature, que lanza conclusiones similares al primer estudio. Aunque el estudio no ha sido revisado por expertos, puede ser la primera causa de estas temperaturas en el viejo continente.
Los daños que hemos provocado, ahora nos pasan la factura. Europa, ahora, sufre la consecuencias ¿y mañana?.
Por María Navarro