¿Cuáles son las empresas interesadas en que los autos de conducción autónoma sean regulados por autoridades estadounidenses? Bueno, pues se trata de Google, Ford y Volvo que luchan por este canon. Y justamente son estas empresas, las que desarrollan este tipo de tecnología para implementarla en vehículos.
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La unidad de Alphabet Inc., Google, Ford Motor Co., Volvo Cars, en alianza con Uber Technologies Inc. y Lyft formaron una coalición para instar a las autoridades de Estados Unidos a regular los autos de conducción autónoma.
[box type=”shadow” ]Con esto, las plataformas de transporte privado podrían estar interesadas en introducir este tipo de vehículos en sus flotas, lo cual es un movimiento inteligente ya que de proceder la regulación, se estarán ahorrando el pago a los conductores. [/box]
Se está “trabajando con legisladores, reguladores y el público, para reconocer los beneficios sociales y de seguridad de los vehículos autoconducidos”, señaló la coalición en un comunicado.
“El mejor camino para esta innovación es tener un conjunto claro de normas federales, y la coalición trabajará con los políticos para encontrar soluciones adecuadas, que faciliten la utilización de vehículos autónomos”, sostuvo David Strickland, ex jefe de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Autopistas (NHTSA), y quien será asesor y portavoz de la coalición.
Por su parte, Ford dijo que el grupo “trabajará conjuntamente para la promoción de soluciones políticas que apoyen la utilización de vehículos que sean completamente autónomos”.
La NHTSA espera presentar en julio su guía sobre el tema a estados, legisladores y empresas. Bajo las legislaciones actuales, los autos de conducción completamente autónoma sin controles humanos no son legales.
California ha propuesto prohibir los autos de conducción autónoma que no tengan volantes, pedales y a un conductor con licencia que esté preparado para manejar el vehículo en caso de emergencia, algo a lo que Google se opone.
El grupo dijo que una de sus primeras tareas será “trabajar con las organizaciones ciudadanas, municipios y empresas, para llevar el concepto de vehículos de conducción autónoma a las calles y carreteras de Estados Unidos”.
¿Podrán afinar esta tecnología y obtener la regulación deseada?