La cámara y el túnel hallados, indican los expertos, podrían haber sido un espacio ritual vinculado con el inframundo en la ciudad de Teotihuacán.
La belleza de la Pirámide de la Luna esconde una cámara de 15 metros de diámetro localizada justo debajo de ella y un túnel que desemboca hacia el sur de la plaza en la Zona Arqueológica de Teotihuacán.
Esos fueron los resultados a los que llegaron los investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
De acuerdo con los investigadores, esta sala, ubicada a ocho metros de profundidad, pudo haber sido utilizada con fines rituales por su vinculación con el inframundo.
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Las pirámides de #Teotihuacán no dejan de sorprendernos.
Esta vez el @INAHmx confirmó la existencia de una cámara de 15 metros de diámetro localizada abajo de la #PiramideDeLaLuna así como un túnel que desemboca a la plaza de la luna. 😱
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— AJ+Español (@ajplusespanol) October 26, 2018
“En las exploraciones efectuadas a finales de los años ochenta del siglo pasado, a través de túneles excavados en el cuerpo de la pirámide, los arqueólogos Rubén Cabrera y Saburo Sugiyama encontraron esqueletos de individuos con deformación craneal, como en el área maya, y diversos objetos de piedra verde (collares, figuras antropomorfas hechas con mosaicos), por lo que no es difícil pensar que algo similar se podría encontrar en el subsuelo”, precisó Verónica Ortega, directora del proyecto de Conservación Integral de la Plaza de la Luna.
La experta señaló que una exploración de la cámara ayudará a saber si cada uno de los principales edificios tuvo un contacto específico con una determinada región de Mesoamérica, por ejemplo el Templo de la Serpiente Emplumada, donde se encontraron materiales marinos que muestran su relación con El Caribe y la Costa del Golfo.
El inframundo simbólico
Los nuevos descubrimientos han arrojado informaciones sorprendentes. Se sabe que la Plaza de la Luna es el remate norte de la Calzada de los Muertos, una avenida procesional que era parte del corazón de Teotihuacán.
La cámara y el túnel hallados, indican los expertos, podrían haber sido un espacio ritual vinculado con el inframundo.
“Estos grandes complejos ofrendatorios constituyen el núcleo sagrado de la ciudad de Teotihuacán, por lo que toda la gente la consideraba la meca de la civilización”, explicó Ortega.
Esto quiere decir que los teotihuacanos podrían haber reproducido el mismo patrón de túneles asociados a sus grandes monumentos, en este caso, con el fin de emular el inframundo.
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