Crisis económica, sanciones extranjeras, desestabilidad y desencanto, Nicolás Maduro se reeligió como presidente este domingo, pero son muchos los retos que le esperan.
No importaron los reclamos y peticiones de la comunidad internacional y de la disidencia interna, Nicolás Maduro fue reelegido como presidente de Venezuela para el período 2015-2019, con más de seis millones de votos.
A pesar del triunfo, Maduro no enfrentará un nuevo mandato en las mejores condiciones. Venezuela atraviesa una profunda crisis económica y social que se ha agudizado en los últimos años, además de que tiene que hacer frente a las presiones internas y externas.
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La presión extranjera
Por el momento, Maduro tendrá que gobernar en medio de las sanciones internacionales y de lo que su gobierno ha denunciado como “guerra económica”, que ha provocado en la nación el desabasto de productos básicos, inflación descontrolada, contrabando de alimentos y migración.
Estados Unidos ha sido el principal promotor de una serie de sanciones financieras aplicadas a Venezuela, pero no es el único país inconforme con la administración de Maduro. El llamado Grupo Lima, que incluye a 14 naciones de Latinoamérica ha declarado inconstitucionales las elecciones y ha pedido a Maduro garantizar un proceso justo.
La Economía
Se trata, quizá del principal reto que enfrenta nuevamente Maduro. El pueblo venezolano ha exigido resolver la crisis económica del país de manera urgente, agobiados por una inflación sin precedentes de la que ni siquiera se cuenta con cifras oficiales desde el 2015, cuando el Banco Central de Venezuela (BCV) indicó que se ubicaba en el 141,5 por ciento.
Advierten los expertos que el problema del mercado negro, en el que se venden a artículos a precios desorbitados, es producto de una hiperinflación que no ha sido atendida. Una de las soluciones (a medias) podría ser la dolarización, como pretendía el candidato Henri Falcón, sin embargo, es muy poco probable que el gobierno de Maduro, autodenominado socialista, aplique una medida similar.
El petróleo
El mayor recurso de Venezuela podría ser también su salvavidas, debido a que el precio del crudo ha subido a los niveles más altos desde 2014, cuando inició su caída en los mercados internacionales.
Sin embargo, Venezuela presenta una producción cada vez menor que no se ha visto favorecida por los buenos precios. En abril se produjeron apenas 1,5 millones de barriles por día, su cifra más baja en los últimos 30 años, según los datos de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo).
Si no se registran ganancias por la venta de petróleo, entonces no se perciben dólares para la reinversión. Por otro lado, la exportación también presenta problemas debido a las sanciones internacionales y a la mala imagen del gobierno en gran parte del mundo.
Estabilidad política
Para muchos, las protestas en Venezuela continuarán hasta que Maduro deje de ser presidente. No sólo hay presión social, grupos políticos también se organizan en contra del gobierno. El candidato opositor Henri Falcón dijo que desconocerá el proceso electoral y exige nuevas elecciones, reclamo al que se han sumido varios países.
Las elecciones también contaron una participación reducida de apenas el 46.02%, y no se descarta que en los próximos días se reinicien las protestas.
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