Luego de dejar ‘entreabierta’ la posibilidad de postularse en 2018, el expresidente de Brasil sostuvo que regresó a la esfera pública “porque no lo dejan en paz” y que está dispuesto a no dejar que la oposición gane la Presidencia.
Brasil (elsemanario.com).- En medio del contexto tan complicado que enfrenta el gobierno de Brasil y la presidenta Dilma Rouassef, su antecesor Luiz Inacio Lula da Silva confirmó que ha decidido regresar a la vida pública del país porque no lo “dejan en paz”.
“Me quedé callado durante mucho tiempo porque tenía que cumplir con mi papel de expresidente. (…) Pero no me dejan en paz. Sólo matan a un pájaro si se queda parado. Y yo he vuelto a volar”, dijo en un encuentro con líderes políticos celebrado este fin de semana en São Bernardo do Campo, en el cinturón industrial de San Pablo.
En un marco que incluyó a José Mujica, otro ex presidente latinoamericano muy querido, Lula habló sobre el periodo de crisis que vive su partido (Partido del Trabajo) e insinuó que la única forma de recuperar la confianza de la gente es “levantar la cabeza y volver a la calle como antes”.
Asimismo salió en defensa de Dilma Rousseff, cuya imagen es agobiada por la impopularidad (menos del 8% de aceptación), la crisis económica y la corrupción en Petrobras. “A la derecha reaccionaria de este país le gusta decir que Lula forma parte del pasado. Como tengo la espalda fuerte, voy a ver si dejan a la querida Dilma en paz y les vuelvo a molestar”, dijo.
En una aparente insinuación de su posible regreso a la arena política, recordó los logros obtenidos durante su periodo al frente del gobierno y resaltó como su principal legado la relación que estableció con la sociedad y con los movimientos sociales.
Sin embargo, pese a que en su momento fue uno de los presidentes más seguidos de Latinoamérica, hoy Lula ya no goza del impresionante 80% de popularidad que tenía cuando dejó el poder en 2010, más aún, según medios, el líder de izquierda está muy por detrás de otros personajes de oposición considerados a ser candidatos como los senadores Aécio Neves y José Serra o el gobernador de São Paulo, Geraldo Alckmin.
Además, de regresar en serio a la contienda –algo muy probable– tendrá que lidiar con el bajo nivel de aprobación de Rousseff, la crisis económica el escándalo de corrupción y el desgaste del Partido del Trabajo. Factores que lo dejan muy lejos de sus adversarios.
Pepe Mujica lo respalda
El expresidente de Uruguay, José Mujica, por su parte, resaltó la importancia de que los líderes de los partidos políticos vivan como la mayoría de los ciudadanos con vistas a fortalecer la democracia.
“Son la voluntad colectiva de grupos humanos de volver las cosas mejores. Pero también enferman. Tenemos que luchar por partidos republicanos, donde los líderes aprendan a vivir como la mayor parte del país y no como la minoría”, afirmó.
“No se debe confundir a un presidente con un monarca. El cargo no es nada más que un voto de confianza de los ciudadanos. No hay hombres imprescindibles, hay causas imprescindibles”, dijo.
Lula no dejará que la oposición gane
¿Por qué se especula que Lula podría ser el candidato del PT en las elecciones del 2018? pues porque así lo insinuó en una entrevista con Rádio Itatiaia, una emisora de Minas Gerais, al final de la semana pasada.
“No puedo decir que soy o no soy. Sinceramente espero que tengan a otras personas como candidatos. Ahora, de una cosa pueden estar seguros. Si la oposición piensa que van a ganar por mera voluntad, y que no tendrán pelea o que el PT está acabado, puede estar seguros de esto: si es necesario, voy a competir y voy a trabajar para que la oposición no gane las elecciones”, dijo.