El gobierno de México ve en frontera y migración una palanca para conversaciones con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
Ciudad de México.– México busca defender sus intereses en materia de comercio exterior con el vecino del norte usando la seguridad fronteriza y la política migratoria para generar mayor seguridad en las conversaciones con Donald Trump, después de que asuma el control de la Casa Blanca el próximo 20 de enero.
Dicho plan pretende disipar las amenazas del magnate neoyorkino de interrumpir el comercio y la inversión, funcionarios dicen que México intentará lograr un equilibrio entre escuchar las preocupaciones del republicano sobre la inmigración ilegal y los empleos en Estados Unidos (EE.UU.) y adoptar una posición firme en la protección de sus propios intereses económicos.
El Gobierno Federal mexicano pretende dar mayor seguridad en materia de inmigración en el manejo de la frontera entre EE.UU. y México para poder estar en sintonía con el grupo de trabajo con Trump.
Una táctica que podría traducirse en el reforzamiento de la frontera mexicana en el norte para frenar el tráfico de drogas y el paso de migrantes ilegales, dijo un ex funcionario de alto nivel familiarizado con las discusiones en México de manera anónima.
De igual forma, podría significar dar a EE.UU. un mayor peso en la seguridad en la frontera de México con Guatemala, donde miles de migrantes ilegales de América Latina cruzan cada año en su camino a EE.UU., señala Reuters.
Trump provocó indignación y enojo en México durante su campaña presidencial al decir que el país enviaba a EE.UU. violadores y narcotraficantes, y al prometer construir un muro en la frontera pagado con fondos mexicanos para impedir la entrada de inmigrantes ilegales.
Si bien ya hay conversaciones bilaterales informales con el equipo de Trump, aún no está clara exactamente la postura que tomará el empresario ya como presidente, comenta BBC.
El Gobierno de México ha mostrado su disposición a conversar con Trump, pero no se ha fijado una fecha para un diálogo formal.
La principal preocupación económica de México es el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre EE.UU., México y Canadá, que sostiene la mayor parte de su inversión extranjera directa.
[iframe width=”854″ height=”480″ src=”https://www.youtube.com/embed/QrrGOUjkKSY” frameborder=”0″ allowfullscreen]
Trump ha amenazado con abandonar el TLCAN si no puede renegociarlo a favor de la Unión Americana.
México ha dicho que podría considerar agregar nuevos capítulos al acuerdo, que incluyan temas como estándares laborales para tranquilizar a los sindicatos estadounidenses preocupados por la mano de obra barata de los trabajadores mexicanos, destaca Washington Post.
Pese a las amenzas sobre la disolución del tratado comercial en el caso de México, al ser uno de los primeros mercados de las exportaciones en casi la mitad de los 50 estados de EE.UU., hay confianza en que la esencia del acuerdo se mantendrá.
“Autoridades mexicanas creen que líderes empresariales y políticos de EE.UU. Entienden la estrecha integración que existe entre las economías de los dos países y que pueden convencer a Trump de no poner gravemente en riesgo 500 mil millones de dólares de comercio bilateral anual, afirma Latin Finance.
Las deportaciones de inmigrantes ilegales desde México han aumentado en el gobierno de Peña Nieto a 181 mil 163 en 2015, más del doble de los expulsados en 2012, el último año de su predecesor.