Según el juez que lo sentenció, el mexicano Manuel Osorio Arellanes cruzó la frontera armado y de manera ilegal.
Arizona, EU.- El mexicano Manuel Osorio Arellanes fue sentenciado a 30 años de prisión por el asesinato del agente de la patrulla fronteriza Brian Terry, muerte que reveló la fallida investigación sobre el contrabando de armas denominada “rápido y furioso”.
Según información del diario “Excélsior” y otras fuentes, sólo Osorio Arellanes fue acusado por el homicidio de Terry, el cual se efectuó el 14 de diciembre de 2010, a pesar de haberse declarado inocente.
Según informes policiales, dos fusiles fueron comprados por una red de tráfico de armas que estaban siendo vigiladas bajo el operativo “Rápido y Furioso”, mismas armas que fueron encontrados en el lugar donde se asesinó al agente.
La operación “Rápido y Furioso” fue orquestada por agentes de la Oficina Federal de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego, quienes permitieron a supuestos traficantes comprar armamento en tiendas de Phoenix, esperando rastrear a los líderes de la red que traficaba las armas.
El plan no logró salir exitoso pues los agentes permitieron la compra de dos mil armas, pero perdieron la pista de más de mil 400, lo que costó la renuncia de varios altos funcionarios de Estados Unidos.
El caso Manuel Osorio Arellanes llevó al juez David C. Bury, de la Corte Federal en Tucson, a sentenciar a 360 meses en prisión al mexicano. El juez argumentó que el presunto asesino cruzó la frontera armado y de manera ilegal.
El Semanario Sin Límites con información de Excélsior.