Meses atrás, hablar de la posibilidad de un fallido TLCAN y su eventual desaparición, causaba escalofríos para la economía mexicana, pero, a ocho meses del gobierno de Trump y tras la primera ronda de negociación, el panorama ha cambiado y ahora México toma las posibilidades de romper relación comercial con Estados Unidos con un enfoque distinto.
México – Después de que la noche del martes el presidente Donald Trump regresara a su discursos amenazante de levantar a Estados Unidos de la mesa de negociación y sacar al país del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), los mercados mexicanos reaccionaron con movimientos negativos, pero no tan volátiles como ocho meses atrás sucedió.
Tras el pronunciamiento de Trump en Phoenix, sobre la posible disolución del TLCAN, por considerar que las negociaciones no darían resultado, la pregunta que muchos se hacen es ¿Qué pasará con México ante TLCAN fallido?
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La repuesta, basada en la realidad del comercio internacional, podría sorprender a Trump y dar un respiro a los inversionistas, pues los puntos de vistas no apuntan a que la economía mexicana sufriría un “cataclismo” comercial tan fuerte.
Primero debemos señalar que si el TLCAN se disuelve, las reglas comerciales que se tendrían que seguir son establecidas por la Organización Mundial del Comercio (OMC), las cuales no establecen aranceles tan elevados como lo propone Trump, ni siquiera para el mercado automotriz, uno de lo que se vería más afectada por la postura radical de Estados Unidos en las negociaciones.
El especialista Luis de la Calle, negociador del aun vigente TLCAN y asesor del equipo del cuarto de junto, ha mencionado que para el sector industrial el arancel sería de 1.9 por ciento, y de 6.4 para el agropecuario, lo cual permitiría a México ser más competitivo, según cita El Financiero.
Otro funcionario consultado por el medio, que decidió no dar a conocer su nombre, pero que pertenece a la Secretaría de Economía, indicó que en términos generales el arancel para el sector automotriz sería de 2.5 al 4.5 por ciento, sobre todo para el mercado de autopartes y vehículos terminados.
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Además, se ha mencionado que, en el peor escenario, el comercio del modelo pick up sería el que tendría el arancel más alto si es que el TLCAN no se concreta el cual sería del 25 por ciento, donde se retomaría el llamado “Chiken Tax”, arancel que data de 1963 y que, tras su eliminación con el TCLAN, este sólo aplicó para las pick up.
“De implementarse ahora golpearía a la industria nacional. Este tipo de vehículos representan una cuarta parte de las exportaciones de vehículos hechos en México”, señala el medio.
Así mismo, el directivo del gremio de distribuidores de automotores, la AMDA, expuso que, ante esa circunstancia radical, México experimentaría un intercambio de producción. De acuerdo con su hipótesis, las armadoras traerían a México la fabricación de productos distintos a las pick up y llevarían a Estados Unidos otras fabricaciones.
Amenazas de Trump sin impacto en el peso
Tras los comentarios de Trump en Phoenix, los mercados mexicanos reaccionaron con leves caídas sin amplias volatilidades y descalabradas como las registradas a la llegada del republicano a Casa Blanca.
El 23 de enero de este año, tres días después de haber tomado posesión, el presidente estadounidense firmó el decreto para iniciar una modernización del acuerdo comercial. Para ese momento, el tipo de cambio rozó los 22 pesos.
El martes, tras las nuevas intimidaciones sobre la cancelación del TLCAN, el mercado varió poco. En un lapso de casi siete horas, la paridad del peso frente al dólar se incrementó solamente 16 centavos. Después, comenzó a descender, hasta cerrar con una depredación moderada del 0.15% la jornada del miércoles en 17.69 pesos por dólar.