Termina dura jornada de protestas en todo el territorio norteamericano tras la investidura presidencial de Donald Trump en Washington.
Washington, EE.UU.- Miles de organizaciones civiles y activistas se dieron cita desde temprano para demostrar su inconformidad con la toma de protesta del presidente Donald Trump, dejando un saldo de 90 personas detenidas y miles de establecimientos dañados.
Las protestas se hicieron presente desde la costa este hasta la oeste, con un imperativo y desaprobación de las medidas y declaraciones del ahora presidente de los Estados Unidos.
Las protestas más relevantes se llevaron a cabo al mediodía en el Capitolio, a tan solo unas cuadras de la Casa Blanca en Washington, los protestantes lanzaron bombas molotov, gases lacrimógenos, piedras, haciendo destrozos en establecimientos de diversas compañías.
Entre los manifestantes se detuvo a 90 personas por daños materiales significativos en el centro de la capital.
La confrontación ha dejado varios heridos leves, detenidos y daños materiales significativos en establecimientos y vehículos, informó Peter Newsham, director interino de la Policía de Washington en un comunicado.
Con información de la agencia de noticias EFE, la confrontación, que aún no ha concluido, tiene lugar a apenas cuatro calles del lugar por el que la caravana presidencial llevará a Trump a la Casa Blanca en las próximas horas.
“Es una pena que haya tenido que ocurrir. Sabíamos que iba a ser un día largo. A cualquiera que piense que puede venir aquí y violar la ley, nos lo vamos a llevar detenido”, agregó Newsham.
Las enfrentamientos comenzaron desde primera hora de la mañana, con la rotura de los escaparates de varios establecimientos comerciales, y se recrudecieron al mediodía en la confluencia de las calles 12 y K en el centro de Washington, después de que Trump asumiese oficialmente la Presidencia.
Los manifestantes quebraron las ventanas de diversos automóviles, entre ellos uno de policía, y quemaron papeleras, mientras que las fuerzas de seguridad respondieron con gases lacrimógenos para tratar de dispersar a los protestantes.
Por ahora, sin embargo, no se han producido los temidos enfrentamientos entre seguidores de Trump y manifestantes.
Washington se encuentra fortificada con un enorme despliegue de seguridad y calles cortadas por los actos de la toma de posesión del presidente Trump.