Ante la inminente legalización del consumo de marihuana en Canadá para uso recreativo, el próximo 1 de julio, es necesario reforzar las regulaciones en cada provincia, afirmó la senadora Rosa Gálvez.
México – Luego de ser aprobada la propuesta de ley C-45 en la Cámara de los Comunes, ahora es evaluada en el Senado canadiense, donde existe preocupación de apresurar una ley sin contar con el marco regulatorio que realmente proteja a los jóvenes.
En entrevista con Notimex, la senadora independiente expuso el contexto que rodea a la propuesta del gobierno de Justin Trudeau para legalizar el consumo de cannabis a fin de alejarlo de los jóvenes y hacer que las ganancias del mercado negro sean fiscalizadas.
“En Canadá hay muchos jóvenes que son arrestados por posesión de drogas. Hay un mercado negro e ilegal que vende marihuana de muy baja calidad”, refirió.
Cabe destacar que en 2010 la Unicef dio a conocer un estudio donde encontró que entre la población juvenil mundial los jóvenes canadienses son los que consumen más marihuana.
Según cifras oficiales de Canadá, en 2015 -cuando había una población total de 35 millones de habitantes- había 4.9 millones de consumidores de marihuana mayores de 15 años tanto para consumo médico y no médico.
El consumo canadiense de esta hierba en ese año fue de 697.5 toneladas. Considerando un rango de precio de entre 7.14 y 8.84 dólares (105 y 130 pesos) por gramo, el monto gastado ascendería a entre cinco y 6.2 mil millones de dólares (91.8 mil millones de pesos).
Por su parte, el primer ministro Trudeau destacó que quiere “legalizar, regular y restringir” el consumo de marihuana, sobre todo entre los jóvenes y adolescentes.
La senadora Gálvez, de origen peruano, explicó que en este tipo de legislaciones hay dos extremos: prohibición total con penalidades altas, o descriminalización total sin penalidad.
En su opinión, la propuesta legislativa C-45 no está en medio de estos dos extremos sino más bien “tiende a estar más cerca de la mínimas regulaciones y criminalizaciones”.
Consideró que algunos expertos recomiendan que en el caso de marihuana el gobierno debe guardar el control de una manera central, estableciendo una autoridad federal que controle el mercado y la calidad del producto.