Según una agencia surcoreana que ha sido replicada por medios de todo el mundo, el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un ordenó fusilar a su viceprimer ministro, Choe Yong-gon, por oponerse a sus políticas.
Seúl (elsemanario.com).- De acuerdo con diversos medios y agencias de información, el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un ordenó fusilar a su viceprimer ministro.
Según la información trascendida, el viceprimer ministro norcoreano Choe Yong-gon fue ejecutado en mayo pasado por oponerse a las políticas del Kim, quien es señalado por ordenar ejecuciones contra varios subordinados, entre ellos funcionarios de alto rango desde que heredó el poder en 2011.
La versión se esparció por el mundo luego que la agencia de noticias Yonhap, citando una fuente anónima, informó que Choe, de 63 años, ex delegado para la cooperación entre Norte y Sur, fue ejecutado.
El reporte de la agencia surcoreana señala que el funcionario había expresado descontento con las políticas forestales de Kim en mayo pasado y que había tenido un mal desempeño, aunque no brindó más detalles. Choe había asumido su cargo en junio de 2014, sin embargo, no había sido visto en público desde hace unos ocho meses.
De confirmarse la muerte de viceministro, sería el segundo funcionario de alto rango ejecutado este año. El Ministro de Defensa Hyon Yong-chol presuntamente fue ultimado en abril pasado por fuego antiaéreo, acusado de insubordinación y dormirse en un desfile militar.
Este año el Servicio Nacional de Inteligencia (NIS) de Corea del Sur afirmó que Kim reforzó su dominio con una “brutal política de purgas” que incluye la ejecución reciente de unos 70 miembros de alto rango del Partido de los Trabajadores y del Ejército Popular.
Sin embargo, esta noticia hace recordar el rumor que fue tomado como cierto por varios medios a nivel global de que a finales de 2013, Kim Jong-un ordenó la ejecución de su tío político, Jang Song-thaek (casado con su tía, Kim Kyong-hui), por “traición”.
Cabe destacar que ninguna de estas muertes ha podido ser constatada, ya que el extremado hermetismo de Corea del Norte hace casi imposible corroborar los hechos. Algunos analistas señalan que algunas de las noticias falsas se pueden explicar (o sin verificar) por el hecho de que los medios surcoreanos se fían de los comentarios y chismes que proceden de sus vecinos del norte, mismo que son retomados por los medios del resto del mundo.