Corea del Norte estará lista para reanudar las pruebas de sus nuevos misiles el próximo mes de abril, una vez que hayan comenzado los ejercicios conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur.
En las últimas semanas, el gobierno de Corea del Norte, una de los regímenes más cerrados del mundo, ha mostrado gestos de apertura, especialmente con su país vecino y figura antagónica, Corea del Sur, sin embargo, estas acciones podrían tener como último fin solamente ganar tiempo en sus ambiciones nucleares.
De acuerdo con un reciente reporte de Notimex, Corea del Norte busca al mismo tiempo fortalecer su programa nuclear y reaccionar a las severas sanciones que le han sido impuestas por la ONU y EU.
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En ese sentido, la reciente presencia de una comisión norcoreana en los Juegos Olímpicos de Pyoeon Chang, así como la reciente declaración gubernamental en la que se promete cancelar ensayos nucleares durante un eventual diálogo con Estados Unidos, no serían más que parte de una estrategia mayor, y todavía hostil del régimen de Kim Jong-un.
Notimex destaca que Corea del Norte necesita todavía más tiempo para que sus científicos recopilen y analicen datos de las pruebas de misiles del año pasado. Y es que se sabe que Pyongyang no ha logrado construir una ovija que pueda sobrevivir al reingreso a la atmosfera de la Tierra, pero el gobierno estadounidense cree que los científicos norcoreanos están muy cerca de perfeccionar esto en algún momento de este año.
Se sabe, de igual forma, que Corea del Norte estará lista para reanudar las pruebas de sus nuevos misiles el próximo mes de abril, una vez que hayan comenzado los ejercicios conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur.
Los gestos amistosos de Corea del Norte, se explica en el reporte, podrían ser también el resultado de los efectos de la última ronda de sanciones internacionales. El reciente acercamiento con Seúl podría ayudar a Pyongyang a evadir las sanciones a través de proyectos intercoreanos.
Otro motivo para generar un acercamiento con Corea del Sur es la posibilidad de un ataque estadounidense, especialmente bajo el temperamento impredecible del presidente Donald Trump, y el apoyo cada vez más visible, de acuerdo a medios de comunicación occidentales, a una posible solución militar al conflicto en la península coreana.
Con información de 20 minutos