A pesar de la negativa del Congreso por aprobar un presupuesto destinado a la construcción del muro, Donald Trump insiste en su promesa de levantar la gran barda en la frontera con México.
Estados Unidos.- Las amenazas de los legisladores de paralizar el gobierno de Donald Trump con la falta de aprobación presupuestal, hizo retroceder al presidente estadounidense en su insistencia por presionar al Congreso para fondear la construcción; sin embargo, no cambió la retórica del magnate sobre el tema.
En conferencia de prensa ante medios conservadores, Trump no quitó el dedo del renglón y dijo que podría esperar a que los legisladores empezaran a construir el borrador de presupuesto fiscal para el siguiente año que inicia en octubre, en el que buscar los fondos para erigir el muro.
Tras el bloqueo mostrado por los demócratas en el Congreso, Trump recurrió a su cuenta de Twitter para reiterar a sus seguidores su postura sobre el muro y aseguró que su promesa de campaña sigue en pie como medida para impedir el tráfico de personas y de drogas al país.
“No permitan que los falsos medios les digan que he cambiado mi posición sobre el muro. Lo construiré y ayudare a detener el paso de drogas, tráfico de humanos, etc.”, escribió.
Don’t let the fake media tell you that I have changed my position on the WALL. It will get built and help stop drugs, human trafficking etc.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 25 de abril de 2017
El Congreso respaldó la iniciativa de Trump de aumentar el presupuesto a la seguridad a través de mayor número de agentes en la frontera y las mejoras en la tecnología fronteriza, pero descartó el financiamiento del muro con México.
“Es bueno para el país que el presidente Trump esté retirando de estas negociaciones la propuesta del muro fronterizo” dijo Chuck Schumer, líder de la minoría en el Senado en un comunicado la noche del lunes.
Donald Trump corría el riesgo de sufrir una paralización de su gobierno con la falta de aprobación de presupuesto para el siguiente periodo fiscal que inicia a finales de abril. Trump requería 60 votos del Senado de 100 miembros en el que los correligionarios republicanos tienen 52 escaños.