Trabajar en las grandes aerolíneas mexicanas representa una oportunidad laboral que empata con las compañías alrededor del mundo, además de contar con la promesa de crecimiento en años próximos.
Ciudad de México.- En la película “View from The Top”, Gwyneth Paltrow es la clara imagen de cualquier mujer que ha soñado con ser azafata. Dentro de la cinta, Paltrow encarna a Donna, una chica de pueblo que sueña con ser aeromoza y tiene que pasar por una serie de peripecias para finalmente lograr el sueño de muchos: trabajar en una gran aerolínea.
En la vida real, trabajar para una gran aerolínea representa, al menos en México, ganar parte de los 255.3 millones de pesos que marcas como Interjet gastaron al segundo trimestre de 2015, en sueldos, salarios y prestaciones para tripulación, contada en mil 193 empleados que laboran a bordo de un avión y que suman más de cuatro mil 300, contando al personal de tierra, tan solo de manera directa.
Dicha aerolínea se jacta de ser una empresa 100% mexicana, “que surge para ofrecer al mercado una alternativa distinta de servicio de transporte aéreo que cuenta con el mejor y más calificado grupo de talento humano de la industria aérea mexicana”.
De manera permanente, Interjet invita a hacer carrera dentro de la compañía, a “que te desarrolles y te realices plenamente, para juntos proporcionar el servicio de transporte aérea más seguro y de excelencia”.
Y no bromean a la hora de buscar los mejores perfiles, pues, es común que el director general de la aerolínea, Miguel Alemán, a través de su cuenta de Twitter evalúe peticiones para trabajar dentro de Interjet, respondiendo con un “pa qué soy bueno”, como si se tratara del más cercano círculo de amigos, a los mensajes que le hacen llegar y que canaliza a su equipo en Grupo Alemán.
Trabajar en Interjet ofrece ventajas como el 25% de descuento en la compra de boletos y cifras de 2013 reportaban un tabulador salarial de nueve mil 700 pesos mensuales.
Aeroméxico, no le gusta compararse
Al personal de Aeroméxico no le gusta entrar en comparativos con Interjet o Volaris, por considerarse aerolíneas “low cost”. Al menos esa era una declaración hecha hace dos años a un sitio web de noticias, por el Sindicato de Sobrecargos de Aviación (ASSA).
Al cierre del segundo semestre de este año, Aeroméxico contaba con tres mil 932 empleados, nueve mil once obreros y 262 funcionarios.
Trabajar en una aerolínea mexicana constituye para muchos aspirantes la oportunidad de ingresar a un sector que no contrasta demasiado con lo que ocurre con la escena laboral internacional.
Así los números (tras el aumento acordado en mayo de este año) en Aeroméxico:
– Incremento salarial del 4.20% directo en el salario tabulador (pactado en mayo de este año).
– Descanso para la tripulación de 36 horas después de vuelos de largo alcance.
– Estímulos por asistencia perfecta.
– Gozar de un fondo de ahorro.
– Prestaciones en el pago de gasolina.
– Gastos médicos mayores ilimitados.
– Oportunidad para concursar por una beca anual (20 en total) por un valor de 20 mil pesos.
– Consultorios médicos con tres turnos ubicados en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
– Permisos médicos con goce de sueldo por hasta un máximo de tres días a todos los sobrecargos.
Cifras no actualizadas refieren que la industria aeronáutica en el país brinda empleo a más de 30 mil personas, de los cuales, el 64.5% se concentra en estados como Baja California, Chihuahua y Querétaro, lo que va en tono con la información de aerolíneas como Volaris, que exigen la residencia de sus empleados en la ciudad de Tijuana, mientras que Querétaro registra un boom aeronáutico, donde actualmente las compañías Volaris, VivaAerobus e Interjet controlan el 58% de la cuota de mercado aeronáutico nacional, al menos así lo dijo Rafel Alonso, presidente de Airbus para América Latina y el Caribe.
En este sentido, Alonso advierte que México seguirá creciendo y tendrá un aumento de 59% en su tráfico, por lo que pasará de 0.30 viajes per cápita en México, a 0.65 viajes per cápita en 2033.
Por Octavio N. Cervantes.