A comienzo de año, se dieron a conocer las negociaciones entre la casa editorial Mondatori y el ex primer ministro italiano, Silvio Berlusconi. Luego de tres meses de charlas y una jugosa cifra, el mes pasado se cerró el trato.
Ciudad de México.- El ex primer ministro italiano, Silvio Berlusconi llevaba varios meses intentando conquistar al mercado editorial italiano. Tras meses de negociaciones, la casa editorial Mondadori -presidida por Marina Berlusconi, hija del ex Cavalier- ha comprado la segunda casa editorial de Italia, RCS-Libros –del grupo RCS Media Group- por 127.5 millones de euros, cantidad significativa a lado de los seis mi millones de dólares de fortuna que posee la familia.
Con el cierre de este trato, Mondadori se convierte en el gran coloso de los libros y pasará a controlar el 38% de mercado editorial italiano, 25% de los libros escolares y facturará alrededor de 500 millones de euros anuales en un mercado que mueve alrededor de mil 200 millones de euros.
Aún falta el visto bueno
Muchas declaraciones surgen a la espera todavía del visto bueno por parte de la Autoridad de Competencia y el Mercado. En este contexto, Marina Berlusconi ha calificado la compra de “una relevante inversión de una gran empresa italiana, en un sector noble como el del libro”. La casa editorial da así “un paso crucial hacia una mayor solidez” que es también “una inversión en el futuro del país“.
Por otro lado, las críticas emitidas por intelectuales y escritores tanto italianos como extranjeros –desde Umberto Eco a Thomas Piketty, pasando por Toni Servillo o Tahar Ben Jelloun- no han sido tan favorables desde que conocieron las negociaciones a comienzos del año. En ese entonces Eco advirtió:
Un coloso de estas dimensiones asumiría un preocupante poder contractual frente a los autores, y tendría una influencia determinante en las librerías. Supone una amenaza a la libertad de expresión”.
Un futuro incierto
El mundo de la cultura se pronunció en contra de esta adquisición; temen a que la persona encargada por casi dos décadas frente al gobierno y que a su vez contribuyó con el empobrecimiento moral del país, se pueda convertir en el censor mayor de la República, que tendrá el poder de decidir qué se publica.
Este temor también lo experimentan en la industria audiovisual, ya que Berlusconi es dueño del grupo televisivo Mediaset, con una cuota de mercado superior al 30%. Cabe señalar que su gestión en esta última, lo llevó a ser condenado por fraude fiscal en la compraventa de derechos de películas.
Además, durante sus muchos años como jefe del Ejecutivo, Berlusconi dirigía también los canales de la RAI, la televisión pública italiana. Asimismo, el magnate controla tres mil 200 torres de transmisión a través de EI Towers, una sociedad pública de la RAI e intenta todavía hacerse con el control de todas las torres de señal televisiva.
¿Pasará lo mismo con la industria editorial?