Los servicios funerarios serán necesarios en cualquier momento y para evitar sorpresas desagradables, lo mejor es contratarlos con anticipación.
Según el Consejo Mexicano de Empresas de Servicios Funerarios (Comesef), en México el negocio de los servicios funerarios cuenta con 5 mil negocios, pero 40% de ellos son informales o no cuentan con toda la reglamentación necesaria.
Esto se traduce en que las personas necesitadas se ven obligadas a aceptar las condiciones y precios impuestos por estos negocios, ante la urgencia de resolver el problema lo más pronto posible.
Según Tomás Romero, asesor jurídico de Comesef, las pequeñas funerarias es en donde más se “promueven la competencia desleal y lucran con los deudos de los fallecidos”.
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La informalidad también está asociada con la falta de algún permiso sanitario, pago de impuestos o incluso el adeudo de revista de las carrozas y transporte de dolientes, señala el sitio Entrepreneur.
Pero también es cierto que para la sociedad mexicana, la prevención en materia funeraria no es una actividad arraigada y por el contrario, evitamos estos temas en lugar de asumirlos como una situación natural e inevitable de la vida, dice el miembro del Comesef.
“Es importante que todas las personas contemplen el hecho de comenzar a pagar un plan, ya que es una inversión para su futuro, pues es una forma de salvaguardar incluso su patrimonio familiar”, señala Romero.
No contar con un plan preciso de acción a la hora de tener que enfrentar la muerte de un familiar, puede ocasionar un grave deterioro financiero, aunado al emocional que causa la pérdida.
“Cuando no se tiene establecido un plan para enfrentar esta situación, comienzan las crisis emocionales, pero también las financieras, ya que las familias se descapitalizan por intentar resolver de manera inmediata esta situación”, explica Manuel Ramírez, director de la División Funeraria de J. García López.
Y a pesar de que una de nuestras festividades más famosos y coloridas es precisamente el Día de Muertos, la realidad indica que nos cuesta trabajo enfrentarla de manera objetiva, dicen los especialistas.
Esto se refleja en el nivel de prevención, ya que según Tomás Romero, “sólo 1% de los mexicanos cuenta con un plan de previsión” y recomienda mirar a la muerte como algo natural y quitarle “el tabú que existe a su alrededor”.