El nivel de inteligencia emocional que posee una persona, es fundamental para alcanzar un desarrollo humano integral y disfrutar más de todo lo que lo rodea.
Ciudad de México.- Descubre el nivel de inteligencia emocional que posees para que la puedas aplicar en los momentos correctos, ya que esto puede ser la diferencia entre avanzar en todos los ámbitos de la vida, o tener un desequilibrio que no permitirá ser completamente feliz.
Los seres humanos tendemos a ser muy emocionales y poco racionales en la toma de decisiones y en la manera en que asumimos ciertas situaciones que consideramos pueden representar un riesgo, aunque en realidad no necesariamente sea así.
Esto marca una diferencia enorme, ya que según explica el sitio Entrepreneur, “décadas de investigación han demostrado que la inteligencia emocional es un factor crítico que hace que las personas se destaquen del resto”.
De esta manera, conocer el nivel de inteligencia emocional que posees se puede determinar por algunas situaciones básicas, aplicables en cualquier momento de la vida cotidiana.
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Uno de los mejores parámetros para determinar estos niveles, está en el hecho de que una persona se enoje con facilidad, no acepta ningún argumento como válido y defiende su postura –aunque esté equivocada- con vehemencia y furia.
Si sucede esto, su nivel de inteligencia emocional es muy bajo y puede provocar un desajuste muy profundo en la manera en que percibe la vida y las relaciones interpersonales.
Así, otro síntoma de bajo nivel de inteligencia emocional, es cuando el rencor es un sentimiento recurrente y no se pueden evitar.
Esto está muy relacionado al enojo y a la ofensa, ya que se asume todo como una afrenta personal y se generan pensamientos negativos que provocan en casos extremos, un odio profundo que puede generar brotes de violencia irracional.
“Las personas con sanidad emocional son seguras y de mente abierta. Incluso pueden burlarse de sí mismas porque saben muy bien cual es límite entre el humor y la degradación”, señala Entrepreneur.
Estos ejemplos son indicativos precisos que algo no anda bien en el autoestima y hay que trabajar la parte emocional, ya que a pesar de que parecen algo natural y que a todos les pasa, la realidad indica que esto es destructivo, dañino para la salud y para el entorno familiar de las personas.