Aumentan las importaciones de gasolina y diésel provenientes de Estados Unidos, con lo que México es el tercer país a nivel mundial que más productos refinados compra.
Ciudad de México.- A pesar de ser un país productor de petróleo, México se ha convertido en una de las naciones a nivel mundial que más productos refinados compra, por lo que aumentan las importaciones de gasolina y diésel provenientes de Estados Unidos.
Contrario a lo que se esperaba con la reforma energética, México no ha podido desarrollar su industria de refinería petrolera, lo que ha obligado a crear un mercado de consumo interno con productos elaborados en otras partes del mundo, principalmente en la unión americana.
Según datos que muestra Expansión y que retoma de la consultora Turner, Mason & Company, de 2004 a 2016, México pasó de importar “300,000 a cerca de 700,000 barriles diarios en promedio” de productos refinados durante este periodo.
De esta manera aumentan las importaciones de gasolina y diésel provenientes de Estados Unidos, ya que de este total, las compras de estos combustibles “representan más de la tercera parte”, señala el portal.
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Entre las principales causas de este aumento en la compra de productos refinados, la consultora señala que México ha reducido su línea productiva en este sector y que las refinerías elaboran cada vez menos productos terminados, ya que apenas utilizan el 61 por ciento de su capacidad total.
“Como lo mencionamos, la capacidad de refinación en México ha ido a la baja y esto ha hecho que las exportaciones desde Estados Unidos hayan sustituido a estos niveles de refinación”, explicó el vicepresidente ejecutivo de la firma, John Auers.
De esta manera y según cifras de Expansión, en tan solo doce años “la producción nacional pasó de más de 750,000 a cerca de 400,000 barriles promedio diario de refinados”, lo que originado que las importaciones procedentes de Estados Unidos pasaron de 268,000 barriles a 844,000, en este mismo periodo.
Con estos números en la balanza comercial, México se ha convertido en el tercer país que mayor número de productos refinados derivados del petróleo compra en el extranjero, solo por debajo de Japón y Singapur.