Buscar salidas o soluciones a problemas reales puede convertirse en un callejón sin salida si solo se limita al uso de métodos tradicionales, por lo que fomentar la imaginación de los empleados puede llevar a formulaciones innovadoras, por eso crea el entorno adecuado para que la lluvia de ideas aumente la productividad.
Ciudad de México.- Sin duda los grandes cambios en todos los procesos productivos y en la visualización de objetos innovadores, pasaron por diversas etapas en donde con pequeños elementos fueron creando un gran modelo disruptivo y para alcanzar estos niveles, crea el entorno adecuado para que la lluvia de ideas aumente la productividad en tu empresa.
Si bien este modelo tiene muchas décadas de aplicación, desde 1939 cuando Alex F. Osborn comenzó a estructurar su metodología, sigue siendo vigente y aplicable a los sistemas de producción actuales, así como para las organizaciones modernas, que cada vez tienen mayores exigencias para crear productos novedosos para ganar terreno en el mercado.
Pero crea el entorno adecuado para que la lluvia de ideas aumente la productividad de la empresa, y el secreto radica en la tolerancia para dejar fluir las propuestas.
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Este modelo se basa precisamente en eso, en la formulación de ideas para facilitar la libertad de pensamiento y de esta manera, encontrar las soluciones a las disyuntivas planteadas, por lo que hasta las ideas más ilógicas y raras deben ser aceptadas y analizadas mientras se está en este ejercicio.
Según el sitio Merca 2.0, recomienda que este método se aplique en grupo de 10 personas y que “no se debe dejar de lado en ningún momento la creatividad”, por lo que “no se permite ningún comentario crítico o gesto que muestre burla o escepticismo”, dice por su parte Aiteco Consultores.
En este sentido, mientras más ideas fluyan mayores opciones se tendrán para desarrollar soluciones viables, por lo que se debe buscar elementos positivos de todas las propuestas y luego tratar de combinarlas de tal manera, que vayan creando un modelo que se acerque a la salidas necesarias para resolver el problema inicial.
Así, crea el entorno adecuado para que la lluvia de ideas aumente la productividad y estipula un periodo para la formulación de que sea como mínimo de 25 minutos y que no rebasen los 60 minutos y elimina las propuestas que se duplican para centrar la atención en lo realmente importante, con esto podrás obtener un mejor rendimiento creativo de tus colaboradores.