La gestión empresarial requiere de mucho ingenio para adecuar las necesidades propias de las organizaciones sin reducir los beneficios ni limitar la satisfacción de los clientes, pero todo debe de estar regido por una fórmula precisa que integre los elementos y que la estrategia para reducir costos y satisfacer completamente a los clientes no sea contraproducente a largo plazo.
Ciudad de México.- Dadas las condiciones del mundo moderno, en donde los clientes son cada vez más exigentes y conocedores de los productos y sus beneficios, las empresas deben priorizar gran parte de sus acciones con el fin de determinar de manera precisa qué es lo que le van a ofrecer a los consumidores como solución a un problema, pero esto debe de encajar en una estrategia para reducir costos y satisfacer completamente a los clientes.
Parece algo complicado lograrlo, pero en realidad es parte de un modelo de gestión empresarial denominado “lean” (derivado del vocablo en inglés que significa esbelto o ágil) y tiene como finalidad crear un entorno productivo sacándole el mayor provecho a todos los recursos con los que se cuenta.
Según explica el sitio Pymerang, “se llama así a una forma simplificada y minimalista de dirigir una empresa” y es considerara estrategia para reducir costos y satisfacer completamente a los clientes, basados en principios que más un modelo, es una filosofía de acción.
Aunque este concepto se comenzó a utilizar en Estados Unidos en los años ochenta, en realidad se originó muchos años antes en el Japón de la posguerra, cuando Taiichi Ohno, director y consultor de la empresa Toyota, diseñó una manera de producción y gestión empresarial reduciendo costos, eliminando pasos innecesarios y sacándole el mayor provechó a los recursos disponibles.
Tal como lo explica el sitio Entrepreneur, “la palabra lean está de moda pero esta filosofía de negocios es mucho más que eso: puede ayudarte a maximizar cada peso que inviertas en tu empresa y hacerla más eficiente”.
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Conceptos básicos para una gestión simple pero eficiente
Como ya dijimos, todo se basa en darles cosas de mucho valor a los consumidores e implica desarrollar una estrategia para reducir costos y satisfacer completamente a los clientes en donde cada empleado pueda desarrollar su máximo potencial en un trabajo en equipo y colaborativo.
Para esto se necesita crear flujos dinámicos en donde se eliminen pasos innecesarios o estorbosos, facilitar la comunicación y sin aumentar la plantilla laboral, lograr que los miembros del equipo sean más productivos, proactivos y propositivos.
Así, también se trata de maximizar los recursos materiales y utilizarlos y reutilizarlos tantas veces como sea posible, desde cosas tan simples como hojas y materiales de oficina, hasta maquinaria y equipos.
Además, esta estrategia para reducir costos y satisfacer completamente a los clientes implica un grado responsabilidad social mayor, ya que además de reducir desperdicios de materiales, también se ahorra en consumo de electricidad, gas y agua a través de mejores procesos, lo cual tendrá un impacto positivo en el medio ambiente y en la percepción de los consumidores, ya que las nuevas generaciones valoran mucho estas acciones.