Para muchas personas el hecho de hacer un manejo descuidado de su contabilidad y sus documentos fiscales puede parecer algo sin mayores consecuencias, pero esto posiblemente genere graves problemas en caso de que algún dato o incluso una factura se usen de manera inadecuada, lo que podría ocasionar estar en el foco de atención del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Ciudad de México.- Errores al facturar y no hacer la cancelación correspondiente, prestar folios para cobrar ingresos a otras personas, vender comprobantes fiscales o no reportar ingresos, son algunos de los errores más comunes que comenten las personas o empresas y que compromete su situación fiscal, ya que estas anomalías son detectadas e investigadas por las autoridades.
Tal como lo señala el grupo de especialistas de Defensa Fiscal, “el SAT detecta fácilmente a estas personas al hacer el análisis y cruce de información de todas las bases de datos a las que tienen acceso”.
De esta manera, un acción simple y que para los contribuyentes puede parecer inofensiva, se puede convertir en una falta grave para el fisco, ya que sus normativas contemplan esto como una manera de evadir impuestos o incluso, de manejar dinero de procedencia ilícita.
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No prestar facturas a otras personas
Y uno de los casos más comunes es que una persona cobre ingresos con el RFC y facturas de otro contribuyente que le “hace este favor”, lo que no solo levanta sospechas para las autoridades, sino que genera más gastos y aumenta el pago de impuestos.
Así, “el contribuyente dado de alta en el SAT jamás va a recibir un ingreso y eso lo puede detectar el fisco, que puede preguntarse cómo un contribuyente expide tantas facturas, pero jamás recibe un ingreso, y aunque el contribuyente entere el IVA no hay una operación real, está simulando una operación”, afirma Guillermo Montana, experto en impuestos, en declaraciones para El Financiero.
Con la entrada en vigor del formato de factura 3.3, estas acciones quedarán más expuestas y las complicaciones para las personas que “prestan” los comprobantes fiscales para hacer cobros serán mayores.
“Con todos los cambios hacia la nueva factura versión 3.3, vas a tener que decirle al SAT quién te pagó ese ingreso y cuándo te lo pagó, así como la cuenta a la que se deposita el ingreso recibido por la prestación de servicio”, advierte Roberto Vázquez, miembro de la Comisión de Desarrollo Profesional de Investigación Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México.
Esto lo único que generará es que sin que las personas o las empresas se den cuenta, podrían ser vigilados más de cerca por las autoridades para evitar este tipo de faltas, por lo que es mejor prevenir y no hacer cosas que parecen buenas pero que a los ojos del fisco son realmente malas.