Para nadie es un secreto que las pequeñas y medianas empresas son las que mueven al país y que los emprendedores son los que pueden poner al alcance de la mayoría de las personas productos, ideas o proyectos innovadores para literalmente cambiar la realidad de ciertos entornos, mejorar la calidad de vida de las personas y en esa misma medida, obtener una doble satisfacción al hacer su modelo de negocio redituable con un toque de responsabilidad social.
Ciudad de México.- Es por eso que este sector se ha convertido en un punto de apoyo para el desarrollo tecnológico, económico y social para México, en donde la constante búsqueda de oportunidades abre el camino para que se consoliden en el mercado opciones muy interesantes que abarcan muchas áreas de acción.
Tal como lo señala Mario Valle, uno de los emprendedores mexicanos más exitosos de Sillicon Valley, “vivimos en un ecosistema fértil para el emprendimiento disruptivo gracias a la convergencia de tres factores: una crisis económica, el alto potencial de la tecnología y lo más importante, el talento que aporta las ideas adecuadas”.
Así, para este experto que trabajó en Electronic Arts, la realidad virtual puede ser el modelo al que deben de apostar los nuevos emprendedores, ya que asegura: “la realidad virtual y realidad aumentada tienen el potencial de convertirse en la siguiente gran plataforma tecnológica”.
Pero otra de las áreas más prometedoras es el emprendimiento social, con aquellos proyectos que tienen como finalidad mejorar la calidad de vida de las personas y resolver necesidades –en su gran mayoría básicas- que no han sido atendidas por las autoridades.
Esto tiene mucho potencial, ya que más allá de que las voces críticas aseguran que se “lucra con las necesidades de los otros”, en realidad es una manera innovadora de llevar avances tecnológicos a las comunidades o sectores relegados, con los que se fomenta la inclusión social y se reducen en cierta medida las brechas materiales y digitales.
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Las oportunidades para recabar fondos
En ese sentido, a pesar de que el entorno en México para los emprendedores no es el más favorable y la vida de los proyectos en la mayoría de los casos no dura más de dos años, “un estudio de Global Entrepeneurship Monitor reveló que el 49 por ciento de los mexicanos consideran el emprendimiento como una opción deseable en su carrera”.
Según el sitio Merca 2.0, para estas personas que visualizan su futuro en el mundo empresarial, actualmente existen diversos mecanismos oficiales para poder recabar fondos y poner en marcha estos proyectos, ya que al menos la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) otorgó en 2016 al Fondo Nacional Emprendedor, 3 mil 760 millones de pesos.
Pero además, el Instituto Nacional de Emprendedores ofrece “incubadoras, aceleradoras, espacios de vinculación, eventos, financiamiento y una plataforma de cultura emprendedora”, dice el portal, con lo que se complementa la visión y se aterrizan mejor las ideas para que los proyectos perduren en el tiempo, creen fuentes de empleo y en el mejor de los casos, cambien la realidad actual.