La estrategia del showroom es muy útil para los emprendedores e-commerce

Como la tecnología aún no ha dado ese paso donde las personas puedan experimentar de manera virtual cuestiones sensoriales que los motiven a ciertas acciones, en muchas ocasiones lo que ofrecen los pequeños productores en sus tiendas virtuales no llegan a convencer a los clientes precisamente por el hecho de no poder sentirlos y tocarlos, por lo que la estrategia del showroom es muy útil para los emprendedores e-commerce.

Ciudad de México.- Una de las medidas que han tenido mucho éxito para complementar las ventas virtuales es la exhibición de los productos de forma física, es decir, que los clientes puedan ver, tocar y probar aquello que les llamó la atención de una tienda en línea, que conozcan más sobre la marca y que tenga un contacto directo ya sea con los productores o distribuidores.

A esto se le ha denominado showroom, que es un espacio físico en donde las personas pueden pedir una cita o acudir para tener un contacto directo con lo que desean adquirir, pero esto no es una tienda tradicional y no se trata de que acuden a comprar ahí, sino que es un proceso complementario a la actividad comercial que realizan en línea.

Tal como lo afirma la consultora PwC, “los showrooms ofrecen un ambiente cómodo y acogedor para examinar productos, obtener consejos sobre tamaños, estilos y uso del producto si es muy especializado”, pero esto es después de que los han visto en la tienda virtual.

De esta manera, se completa el proceso de venta y en el showroom se tiene además la oportunidad de mejorar la experiencia de compra de los clientes, aumentar los niveles de confianza y la lealtad de las personas, esto a pesar de que no ser una marca muy conocida en el mercado.

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Una estrategia muy productiva

En ese sentido, los showrooms son muy recomendables para la venta de artículos como ropa, accesorios, joyas, gadgets electrónicos e innovaciones tecnológicas, ya que en todos estos casos, las personas necesitan probar los productos, ver cómo funcionan y su utilidad práctica

De esta manera, tal como lo señala el sitio Entrepreneur, “el mundo virtual y el mundo físico no tienen por qué vivir distanciados. Algunas empresas han abierto showrooms para que la gente pueda conocer sus productos, probarlos, compararlos y convencerse de adquirirlos, para posteriormente hacer sus pedidos a través de un e-commerce”.

La ventaja de esto es que las citas se pueden concretar en horarios específicos, en donde acudan los clientes para tener contacto con los productos, pero sin la necesidad de tener el espacio abierto todo el tiempo o la obligación de rentar un local, ya que puede ser incluso en las mismas instalaciones donde se produce o se almacenan.

Además, es una atención personalizada, algo que le da un valor extra a estas experiencias y puede ser muy positivo para crear lazos más duraderos con los clientes virtuales, los cuales seguirán comprando en las tiendas virtuales, pero con la seguridad de que esos productos valen la pena en todos los sentidos.