Las condiciones que presenta la capital del país afectan la estabilidad y la salud de las personas, ya que la contaminación ambiental, las largas horas invertidas en los traslados a los centros de trabajo y las enfermedades asociadas a estos factores, son una señal del detrimento en calidad de vida en la CDMX, que ya cobra factura a empresas internacionales.
Ciudad de México.- Más allá de ser un centro de atracción de desarrollo financiero, económico y empresarial, la Ciudad de México junto con Monterrey, son las megalópolis que están catalogadas como las que presentan mejores condiciones de vida en el país, sin embargo, están muy por debajo de los estándares internacionales de las naciones desarrolladas.
Según al último estudio de Calidad de Vida Internacional, elaborado por la consultora Mercer, donde se evalúan más de 200 grandes urbes a nivel mundial, la CDMX se ubicó en la posición 129 mientras que Monterrey, en el sitio 112.
Este trabajo de investigación considera aspectos como estabilidad política, educación, inseguridad, recreación y transporte; pero además de esto, hay otros elementos que comienzan a preocupar a las empresas internacionales en el caso de que tengan que enviar a empleados de otros países a laborar en la capital del país o en Monterrey.
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Enfermedades y deterioro de la calidad de vida
Según explicó Melissa Mata, directora y líder de Movilidad de Mercer, en entrevista para El Financiero, “la inseguridad, contaminación, el tránsito vehicular y sobretodo deficiencias en el sistema de saneamiento urbano, son temas que afectan la calidad de vida” de estas ciudades y que ya comienzan a tener un impacto directo en las finanzas de las empresas internacionales.
Esto derivado de que el mal manejo de la contaminación ambiental y las fallas en la infraestructura de saneamiento y eliminación de residuos, hacen que los empleados extranjeros sean propensos a enfermedades respiratorias, intestinales o incluso a nivel emocional.
Así, la directiva señaló que hay deficiencias preocupantes en “el sistema de salud y el impacto de la contaminación, en disponibilidad de agua potable y sobre todo, en el adecuado desagüe que propicia enfermedades infecciosas”.
Y la realidad es que esta situación se está convirtiendo en algo alarmante en la CDMX, ya que un estudio elaborado por investigadores de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza de la Universidad Autónoma de México (UNAM), señala que cada año se emite al aire de esta urbe media tonelada de residuos fecales.
Esto derivado de que al deshidratarse, las heces “se convierte en polvo que es arrastrado por el viento; así, se convierte en un factor potencial de transmisión de enfermedades como el cólera, gastroenteritis viral o bacteriana, además de propiciar la proliferación de fauna nociva”, dice el estudio.
Costos asociados para las empresas
Dado este escenario, Melissa Mata asegura que algunas empresas trasnacionales ya comienzan a mostrar preocupación y han tenido que tomar algunas medidas para enfrentar esta situación para proteger a sus empleados.
“Esta situación la deben conocer las empresas al momento de enviar talento expatriado para analizar la viabilidad de esa asignación, ante la posibilidad de que no sea exitosa por la inadaptabilidad”, advirtió.
Además aseguró que las compañías ya están aplicando estrategias de compensaciones adicionales a sus empleados que se tiene que trasladar a lugares donde la calidad de vida es inferior a sus lugares de origen, algo que ya sucede con la CDMX y Monterrey.