Algunas veces el éxito se debe compartir para poder acceder a los sitios donde se quiere llegar, por lo que las alianzas estratégicas pueden llevar a las pymes a otros niveles comerciales y lograr avances definitivos para su futuro.
Ciudad de México.- Pareciera que en la medida en que el mercado cambia, también lo hacen las oportunidades de las pequeñas empresas para consolidar con éxito su proyecto, por lo que es necesario hacer alianzas estratégicas para acceder a recursos y tecnología con los que no cuenta, ofreciendo a otros negocios cosas valiosas que les pueden ser útiles.
Uno de los mejores ejemplos de esto fue el caso de Starbucks, que antes de ser una cadena con presencia mundial, se alió con las librerías Barnes y Nobles para vender café en sus establecimientos; esto fue en el lejano 1993 y luego de 25 años, sabemos el resultado de esta decisión.
De acuerdo al Innovation Factory Institute, “una alianza estratégica es un compromiso entre organizaciones que comparten unos objetivos y que tienen una visión común”, que no solo esperan resultados inmediatos, sino que está orientada hacia el largo plazo.
“No se trata de una mera relación contractual entre las partes sino que dicho acuerdo aspira a la creación de valor compartido, que les una y que les convierta en agentes más fuertes en el mercado”, dice este organismo.
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Claves para lograr el éxito
En ese sentido, una alianza estratégica no solamente implica vender más o tener acceso a mercados donde no se tiene presencia, sino que se pone a prueba condiciones íntimas de las propias empresas, con aspectos que van desde la capacidad de producción, hasta la misión y valores organizacionales con que operan.
Por ello, Marcelino Acevedo, mercadólogo y especialista en temas de negocios, asegura en un texto para Entrepreneur que “para las empresas es un deber” el cumplimiento de un acuerdo ético para “potenciar buenos principios como la lealtad, sinceridad y compromiso”.
Es decir, las alianzas estratégicas superan a los acuerdos meramente comerciales, en donde se puede dar un intercambio de productos, información o servicios sin que se ponga a disposición del otro situaciones internas de operación, por lo que una cultura organizacional sólida y que pondere valores universales, es una prioridad para avanzar en este tipo de acuerdos.
Esto debido a que “se comparte información y recursos estratégicos codiciados por la competencia”, asegura el Innovation Factory Institute, por lo que “los socios deben favorecer que se cumpla la lealtad a las partes de la alianza estratégica”.
Beneficios prácticos de las alianzas estratégicas
Cumpliendo con estos parámetros éticos básicos, las pequeñas empresas pueden consolidar su propuesta comercial eligiendo de manera correcta a los socios potenciales, ya que si bien lo ideal es hacerlo con marcas exitosas y reconocidas, debe de existir una equidad en los beneficios.
En este punto es en donde generalmente se pierden este tipo de acuerdos, ya que el mayor potencial y recursos de alguno de los socios puede desequilibrar en la práctica los acuerdos iniciales, creando una dependencia que daña la relación.
Pero si se logra consolidar este tipo de alianzas, los beneficios son mayores. “Está demostrado que al combinar lo mejor entre dos empresas, se obtiene operaciones muchos más rápidas, existe mayor desarrollo tecnológico y acceso a nuevos mercados”, así “una empresa puede beneficiarse de los productos o servicios de otra y viceversa”, concluye Marcelino Acevedo.